La disponibilidad de financiamiento y la escasez de diésel, son los factores que más inciden en la intención de siembra de los agricultores del estado Portuguesa, tal como lo refleja una encuesta realizada en la región, sobre los factores que mayor incidencia pudieran tener en las siembras durante el año 2024.
En efecto, en la consulta realizada por Ramón Bolotin, director de Fedeagro, a los productores se les preguntó: ¿Desde su perspectiva como agricultor, cuál será el factor que más incidirá en la siembra de maíz en Venezuela para el próximo ciclo de invierno 2024?
Las respuestas de los encuestados expresa:
Disponible financiamiento 35%
Disponibilidad de diésel 33%
Contratos de compra-venta 7%
Fijación de precio del maíz 26%
Se recuerda que la capacidad de ahorro de los agricultores venezolanos prácticamente es nula, por lo que no cuentan con recursos propios para afrontar las nuevas siembras. Ante la escasez de financiamiento bancario cualquier plan de apoyo es primordial, no sólo para la adquisición de insumos como semillas, fertilizantes y agroquímicos, sino también como capital de trabajo para gastos de combustibles, lubricantes, nómina y reparación de maquinarias.
Mientras que la disponibilidad del diésel ocupó muy de cerca el segundo lugar. Fue evidente como la escasez de combustible mermó las siembras del ciclo verano 2023-24 en Portuguesa, la situación no ha mejorado y existe el temor que la crisis se mantenga afectando siembras de invierno. La preparación de suelos para el ciclo maicero comienza en marzo, el clima no da prórroga y si las tierras no están listas para cuando comiencen las lluvias, la caída en la superficie de siembra de maíz será irreversible.
Se destaca asimismo, como el factor Precio del maíz quedó rezagado. En los últimos años el precio de la cosecha nacional lo está formando el mercado, es una realidad aunque se trate de un mercado imperfecto, sesgado y manipulado por los compradores. Gobierno y gremios tienen un papel fundamental en normar las reglas para adecentar la comercialización del principal alimento del pueblo venezolano.
En último lugar, pero no menos importante, quedó la necesidad de contratos Compra-Venta. Tenemos en Venezuela buenas experiencias de contratos de comercialización en girasol, tomates, tabaco y caña de azúcar. Pero en maíz no ha funcionado por la dificultad en concertar un mecanismo fijador del precio para la cosecha nacional, señaló Bolotín.