“La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo”.
Miguel de Cervantes
Soldado, novelista, poeta y dramaturgo español, Miguel de Cervantes y Saavedra, nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1.547 y murió en Madrid, el 22 de abril de 1.616.
Está considerado la máxima figura de la literatura española y es universalmente conocido por haber escrito El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha (conocida habitualmente como el Quijote), que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal, además de ser el libro más editado y traducido de la historia, solo superado por la Biblia. Se le ha dado el sobrenombre de “Príncipe de los Ingenios”. Fuente: Wikipedia.
El cúmulo de enseñanzas transmitido por Cervantes en Don Quijote, son indescriptibles; conforman un compendio que puede servir de guía a aquellos que pretendan tener un aprendizaje en el empleo de la lógica, la razón y la sensatez, para lograr accionar con prudencia, la cual podríamos definir como un don necesario e imprescindible en los convulsionados tiempos que atraviesa la república.
Se despereza el año y el ímpetu de lo nuevo se atiza con los bríos de la esperanza, los humanos no llenamos de propósitos y de buenas intenciones, de los anhelos de labrar un mejor futuro y, entre ellos, están las ansias de libertad y democracia en un ambiente de bienestar social justo y estable.
Venezuela, “Tierra de Gracia”, Patria amada dotada por Dios de infinidad de riquezas, de recursos naturales increíbles para muchos, además de todas esas dádivas divinas tiene el recurso humano en calidad y cantidades suficientes como para lograr la deseada recuperación económica y social…
Las comprobadas manipulaciones con las cuales se pretende tratar la inmensa problemática en la cual sucumbe la cotidianidad de los ciudadanos venezolanos, tan sólo la hace soportable la entereza heredada de nuestros padres.
Un sinnúmero de personas sumidas en la pobreza crítica impuesta por la miseria cruel e inmisericorde, intenta desmoronar los principios y valores característicos de los hijos de la Patria que parió a los libertadores del mundo.
Nuestro signo monetario, prácticamente desaparecido con la destrucción de su poder adquisitivo, marca la hiperestanflación (léase estancamiento en la producción conjuntamente con inflación) descontrolada y ruin. Así como determina el desabastecimiento de combustibles: gasolina, gasoil y gas; de alimentos y medicinas, de repuestos para artefactos electrodomésticos, automóviles, maquinarias y de elementales insumos necesarios para la producción.
A la destrucción del sistema productivo nacional se le ha mal llamado: “Guerra Económica” y, se acusa al imperio, a la oligarquía y al sector privado de ser los culpables de esta oprobiosa situación, y pregunto: ¿Cuál inversionista estaría dispuesto a acabar con su empresa, con su medio de producción? ¿Cuál sería la finalidad de buscar la ruina destruyendo su trabajo o el trabajo de sus ancestros? ¿Es lógica semejante charlatanería?
En cambio, se dice que: mientras “el pueblo” tenga mayor dependencia del gobierno… mayores poderes tendrán los gobernantes ¿Bozal de arepa?
Es máxima complementaria de las leyes económicas:
“No existe sistema productivo que haya logrado trabajar a pérdidas”.
Realmente se tiene que tener coraje para sobrevivir económicamente en el sistema desfasado y fracasado impuesto. ¿En cuál región del mundo ha sido exitoso un sistema caracterizado por el populismo?
No crean en mis palabras, soy un ser humano que tiene el deber de ejercer el derecho de errar. Analicen las situaciones y las propuestas hechas por el sector privado y saquen sus propias conclusiones.
No es ahogando al sistema educativo, amordazando a los medios de comunicación o satanizando la verdad como podremos lograr hacer realidad a las soluciones idóneas. Todo lo contrario, es en el intercambio de saberes y experiencias donde están las guías que nos llevarán a enmendar los errores y a tomar las decisiones acertadas para lograr recuperar a la nación, económica y socialmente.
Los venezolanos, desde siempre, hemos sabido sortear las adversidades con sabiduría y valentía…
“La prudencia”
Guía idónea para lograr nuestro infinito deseo de recuperar la Patria grande”
Maximiliano Pérez Apóstol