“…Cuando la realidad bélica se resume y se concentra en un párrafo nos golpea su gravedad y es que en el mundo estamos plagados de guerras y muertes…”
Jorge Puigbó
Los pronosticadores, partiendo de datos reales que van recabando y basándose en situaciones ya vividas, las cuales utilizan como referencias para comparar, se aventuran a presentarnos una aproximación de cómo puede desenvolverse la Humanidad en un futuro cercano. En todo caso las personas comunes que no tenemos ni el don de la adivinación, ni la calificación para hacer pronósticos, lo que podemos hacer es una simple aproximación basándonos en las noticias y apoyados en lo que señalan los expertos. Lo primero que debemos entender es que las acciones emprendidas por los líderes de las diferentes naciones, sustentadas en sus intereses y que afectan las relaciones con otros países, de forma positiva o negativa, son las que en definitiva conforman la llamada Geopolítica, neologismo creado por el profesor, político y geógrafo sueco Rudolf Kjellén en el año 1899. Como bien sabemos todos, ni la Historia ha tenido fin, ni las ideologías han muerto y por tanto el mundo sigue tensionado debido a estas diversas formas de conducir la política exterior por los diferentes estados, a tal efecto el analista Boyan Tsonev en un artículo de enero 15 del 2020, “Geopolítica: Teorías y aplicación”, dice: “…La geopolítica es un método de estudio de la política exterior para comprender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas. Estos factores geográficos no solo son importantes para el prisma militar, sino también para el económico y el cultural…”, es una definición que atiende lo dinámico de esta materia y más adelante prosigue: “Al igual que la lucha de ideologías no ha terminado, tampoco se ha acabado la lucha de las grandes potencias por el poder. Durante los últimos años se ha reavivado el debate acerca de los planes y estrategias que se emplean, ya sea para defender el orden establecido tras la Guerra Fría, o para supuestamente, crear un mundo multipolar”, creemos que de esa forma define de forma sencilla la dinámica de la geopolítica. No se necesita sino ver las noticias diarias para darnos cuenta de que la violencia se extiende por el mundo como un incendio sin control alguno, el costo que acarrea para los contendientes y sus aliados obligatoriamente pasará factura a sus economías en los próximos años y afectará igualmente a la global. Someramente en este artículo señalaremos algunos aspectos de la situación de inestabilidad política debido a la proliferación de conflictos armados y guerras.
Cuando la realidad bélica se resume y se concentra en un párrafo nos golpea su gravedad y es que en el mundo estamos plagados de guerras y muertes que, de una u otra forma nos afectan y no son solo la invasión de Ucrania perpetrada hace casi dos años por una Rusia que sueña nuevamente con su imperio y que está poniendo a prueba la voluntad política y la unidad de la Unión Europea y de los EEUU, frente al compromiso de mantener la ayuda económica al país invadido; o la guerra civil que está desbastando a Siria desde hace tiempo; o la guerra entre Israel y Hamas que tiende a extenderse y complicar aún más al Oriente Medio, sino también una cantidad de conflictos bélicos de menor intensidad pero con indudables consecuencias económicas y políticas debido a la importancia estratégica de los países y zonas envueltas en ellos. De acuerdo a fuentes como la Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra, en el Oriente medio y Cercano, y en el norte del África existían, para el momento de emitir la información, cuarenta y cinco conflictos armados, treinta y cinco en el resto del continente africano, veintiuno en Asia, siete en Europa y seis en América Latina, esta última incluye la violencia criminal y los movimientos guerrilleros. Señala la BBC en artículo de fecha 29 noviembre 2023, que “en este momento se viven conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria”, y continúa: Con seguridad, al menos habrá ocho guerras hasta final de año, pero probablemente sean más”, afirma Therese Petterson, coordinadora del Programa de Datos de Conflictos de Uppsala (UCDP), un proyecto sueco que investiga, organiza y publica datos verificados sobre conflictos y el cual es utilizado como referencia por organismos de la ONU, el Banco Mundial y otras entidades internacionales”. Nosotros, de acuerdo a otras fuentes hemos encontrado que en África existen, además, conflictos en Sudán del Sur, Camerún, la República Centroafricana, Etiopia, Mali, Mozambique, Senegal y Libia, asimismo hay que mencionar especialmente a Yemen que se encuentra en Medio Oriente y que ha tomado preponderancia en los últimos días debido a los ataques contra naves civiles y militares en el Mar Rojo provenientes de su territorio en guerra civil y a Marruecos, quien mantiene tomado militarmente el Sahara Occidental, territorio que no le pertenece.
Hoy como siempre, aparte de las ansias imperiales de algunos, son las riquezas de cualquier tipo las que impulsan las guerras: petróleo, gas, uranio, tierras raras, metales estratégicos, agua, territorios, son algunas. Para mencionar un ejemplo actual tenemos al Níger, país donde sucedió en julio, un golpe de estado en el cual estuvo involucrado el Grupo Wagner, compañía militar privada conformada por mercenarios rusos, la cual se ha constituido en la avanzada del Kremlin en África. El presidente Bazoum se había convertido en una esperanza para la democracia y un freno para los ataques islamistas en la región. Esta nación era uno de los aliados más importantes de Occidente en el Sahel y en su territorio había bases militares importantes de Francia, siendo el principal proveedor de uranio para las plantas nucleares de ese país, asimismo los EE.UU. desde el 2019, viene utilizando una base aérea, la 201, especializada en drones de combate, la cual después de la de Yibuti es la segunda en importancia y permite realizar operaciones de vigilancia contra los grupos terroristas que operan en Chad, Camerún, Nigeria y Níger. A todo esto, se suma una cuestión inquietante y es que, desde el 2020, Mali, Burkina Faso y Guinea, todos vecinos del Sahel han sufrido golpes de Estado y en septiembre pasado los dos primeros junto a Níger, todos gobernados por juntas militares, firmaron un acuerdo sobre seguridad militar y crearon la Alianza de Estados del Sahel. Las tropas francesas, después de 10 años de permanencia en Níger, abandonaron el país el 22 de diciembre pasado y los EEUU está retirando las ayudas económicas. El 3 de diciembre Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner que ha operado en la vecina Mali y suplantado a Francia en la lucha contra la insurgencia yihadista del país, elogió el golpe y lo calificó como parte de la lucha de Níger contra sus colonizadores y en esa misma fecha una delegación rusa encabezada por el viceministro de Defensa, Yunús-bek Yevkúrov, llegó a Níger para reunirse con el nuevo presidente Tchiani y el ministro de Defensa, Salifou Modi y celebrar conferencias sobre cuestiones militares y de defensa. Rusia esgrime un argumento sólido en África y es que nunca tuvo colonias en ese continente y apoyó a los movimientos independentistas, ahora está cobrando. Así se está moviendo la geopolítica.
Si los líderes fundamentales del mundo no se avocan a la construcción de una verdadera estabilidad política y económica seguiremos empeorando y el 2024 no se visualiza nada pacifico.
Jorge Puigbó