Nada más propicio que los días navideños, que insuflan en nosotros la emoción que contienen. La navidad es una contracción de la palabra natividad, que la origina nacer. La navidad, palabra imantada que atrae el entusiasmo, la alegría, la esperanza y la satisfacción de la celebración del nacimiento de un niño, colmado de la ternura que lo envuelve. Un niño muy especial, que siendo hijo del Padre Eterno, es El Salvador del mundo. Es la celebración de la vida que comienza con toda la contagiosa ternura que la enmarca. Es para diciembre el estímulo maravilloso de la nacencia de un niño Salvador Nuestro. Así, desde éste envolvente fulgor afectivo, les hablaré de un amigo: El Diario el Impulso.
El Impulso con su misión social de informar, nos ofrece la oportunidad de ejercerla. Nosotros, sus constantes columnistas, escritores, contamos siempre con un espacio para difundir nuestras inquietudes. El Diario El Impulso es un medio necesario para la ciudad, y para todos quienes vivimos en ella. Un medio que se ha ganado el afecto de quienes escribimos y de quienes lo leemos. En todo momento está actualizado y, sobre todo, con una seriedad y responsabilidad inigualable. El Diario El Impulso, goza de la aceptación y del afecto de la inmensa mayoría de la población que, después de tomar el cafecito en las mañanas, le trae consigo, dada la sentida necesidad de leerle, como un oficio más entre los quehaceres cotidianos. Nuestros sentimientos y los suyos, se conjugan, para celebrar su 120 aniversario.
Carlos Mujica