El Esequibo es una vasta región de más de 159.000 km² que abarca dos tercios del territorio de Guyana y que Venezuela reclama como suya desde hace más de un siglo. El conflicto se ha agudizado en los últimos años, especialmente desde el descubrimiento de importantes reservas de petróleo en sus costas.
BBC Mundo habló con algunos guyaneses que viven en la capital, Georgetown, y en el propio Esequibo, para conocer su opinión sobre la disputa y cómo afecta a su vida cotidiana.
“Esa tierra nos pertenece”
“Venezuela reclama dos tercios de Guyana y esa tierra nos pertenece”.
Así opina Lincoln Green, un guyanés que vende comida callejera en el Stabroek Market, el mercado más grande de Georgetown.
Junto a su puesto, asegura que los guyaneses viven las tensiones recientes con Venezuela sobre el Esequibo con malestar y angustia. Sólo esperan que la paz prevalezca.
“Ya los británicos arreglaron (la disputa) en el pasado, en 1899”, defiende Green, refiriéndose al Laudo Arbitral de París que otorgó el territorio a la entonces colonia británica de Guyana.
Para Venezuela, sin embargo, el asunto no es tan sencillo como lo explica el comerciante guyanés.
Caracas basa su reclamo en que el Esequibo pertenecía a la Capitanía General de Venezuela del Imperio español y en que, tras la independencia del país en 1811, el territorio continuó bajo su control por un par de años.
Esto comenzó a cambiar en 1814 cuando Reino Unido le compró a Países Bajos las tierras que se convertirían en la Guayana Británica, cuyas fronteras con Venezuela no estaban bien definidas.
El gobierno venezolano denunció que Reino Unido estaba invadiendo su territorio y acordó llevar el asunto a un tribunal de París en 1899.
Como bien dice Lincoln Green, el asunto se consideró entonces resuelto cuando el Laudo Arbitral de París falló a favor de Londres.
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Pero cuatro décadas después, Venezuela encontró evidencia de una supuesta injusticia durante el proceso judicial y reactivó su reclamo. Tras la independencia de Guyana en 1966 y la firma de un acuerdo el mismo año, el asunto quedó pendiente.
“Es una de las partes más bonitas de Guyana”
Green ha visitado la región en disputa en repetidas ocasiones con su grupo de música cristiana y afirma que le hace feliz saber que pertenece a Guyana.
“Es una de las partes más bonitas de Guyana. Con todos sus paisajes, mucha cultura y la comida que viene de esa región”, prosigue.
“Tenemos demasiadas cosas: oro, bauxita, diamantes. ¡Dios mío! Esa riqueza es nuestra herencia”, exclama entusiasmado.
Región rica en recursos El Esequibo es efectivamente una región rica en recursos naturales y minerales.
Y desde 2015, cuando se descubrieron vastos yacimientos de petróleo en sus costas, Venezuela ha elevado progresivamente su reclamación sobre el territorio.
La empresa estadounidense ExxonMobil, que opera en la zona con el permiso de Guyana, ha anunciado que espera producir más de 750.000 barriles diarios para 2026.
Venezuela, por su parte, ha denunciado que se trata de una violación de su soberanía y ha realizado ejercicios militares y navales en la zona.
“No hay reclamo”
“No hay reclamo”, dice de manera tajante Ron, un guyanés trabajador de la construcción que vive en Georgetown.
“Nacimos y crecimos sabiendo que el Esequibo pertenece a Guyana. Tenemos confianza en que saldremos victoriosos de lo que sea que (Nicolás) Maduro trate de lograr”, añade.
El presidente de Venezuela convocó a principios de diciembre un referendo para consultar a los venezolanos sobre la reclamación sobre el territorio que también es conocido como la Guayana Esequiba.
Según las autoridades venezolanas, los votantes aprobaron las propuestas del gobierno, que incluyen la creación del estado Guayana Esequiba como parte del territorio venezolano.
Dos días después del referendo, Maduro pidió la aprobación de una ley para crear ese nuevo estado venezolano y solicitó a la empresa estatal petrolera PDVSA que empezara a otorgar licencias de explotación en el Esequibo.
Estas acciones han sido rechazadas por Guyana, que considera que son una amenaza a su integridad territorial y una violación del derecho internacional.
Guyana ha llevado el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en diciembre de 2020 se declaró competente para resolver el litigio.
Venezuela, sin embargo, no reconoce la jurisdicción de la CIJ y ha pedido una solución negociada.
“Debería preguntarnos a nosotros”
Narayan Rampertap nació y creció en el Esequibo y confiesa que ignoró por mucho tiempo que su tierra natal era reclamada por Venezuela.
“Nunca escuchamos nada sobre eso y tengo 56 años. Al principio pensé que era propaganda, pero ahora me doy cuenta de que es real”, dice esta mujer que ahora vive en Georgetown.
“Es estresante porque mi hermana y mis sobrinos viven allá (en el Esequibo), y si esa gran parte de Guyana es Venezuela, entonces, ¿qué es Guyana? ¿Vamos a ser parte de Venezuela? Eso no me gusta”.
“Muchos guyaneses iban a Venezuela para escapar de la pobreza y ahora tuvieron que regresarse”, prosigue.
“Él no debió haber organizado un referendo preguntándole a su gente (…) Debería preguntarnos a nosotros, los que vivimos aquí, qué queremos”, dice, refiriéndose a Maduro.
Rampertap dice que se siente orgullosa de ser guyanesa y que espera que el conflicto se resuelva pronto y de forma pacífica.
“Somos vecinos y deberíamos llevarnos bien. No queremos guerra, queremos paz”, concluye