La capital de Ucrania sufrió un nuevo ataque con misiles balísticos en la madrugada del miércoles que dejó al menos 53 heridos, incluyendo seis niños, y edificios dañados, según las autoridades.
Una serie de fuertes explosiones se escucharon en Kiev alrededor de las 03:00 horas, mientras la ciudad activaba sus sistemas antiaéreos por segunda ocasión en la semana. De acuerdo con la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia disparó 10 misiles balísticos hacia la capital y todos fueron interceptados por las defensas antiaéreas.
El ataque a la capital puso de manifiesto la continua amenaza que supone el arsenal de misiles del Kremlin para Ucrania tras 21 meses de guerra. Según una evaluación reciente del Ministerio de Defensa de Reino Unido, en los últimos meses, Rusia ha estado almacenando misiles de crucero aéreos de su flota de bombarderos pesados.
Esto podría suponer otro invierno de intensos bombardeos contra la red eléctrica ucraniana. El año pasado, Moscú atacó la infraestructura energética del país vecino en un esfuerzo por dejar a la población sin calefacción, luz ni agua corriente y socavar su moral.
Ucrania tiene cada vez menos munición de defensa antiaérea y de otro tipo. Esto llevó a su presidente, Volodymyr Zelenskyy, a visitar Washington el martes para tratar de convencer a los legisladores para que aprueben la solicitud de su homólogo Joe Biden de 61.400 millones de dólares para Ucrania.
Zelenskyy llegó el miércoles a Noruega para reunirse con los líderes nórdicos en una cumbre regional centrada en la cooperación en materia de seguridad y defensa. Entre los asistentes había altos cargos de Dinamarca, Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia.
“Estamos en una fase crítica donde Europa debe continuar mostrando su apoyo», afirmó la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en un comunicado. “Debemos ser incansables en nuestra ayuda».
Los restos de los misiles interceptados cayeron sobre el distrito de Dniprovskyi, en el este de Kiev, y causaron al menos 53 heridos, apuntó el alcalde de la capital, Vitali Klitschko, en Telegram. Veinte personas, incluyendo dos menores, fueron hospitalizadas mientras que otras 33 recibieron atención médica en el lugar.
Un edificio residencial, una vivienda privada y varios vehículos se incendiaron y las ventanas de un hospital infantil se rompieron, agregó el regidor. Los restos de los proyectiles causaron también daños en el sistema de suministro de agua del distrito.
El tipo de misiles empleados en el ataque a Kiev no estuvo claro de inmediato.
“El difícil imaginar las consecuencias de estos ataques si no tuviésemos protección aérea», afirmó la ministra ucraniana de Economía, Yulia Svyrydenko, en X, la red social antes conocida como Twitter. “Cada ataque hace hincapié en la necesidad urgente de más protección, ya que Rusia no muestra intención de parar».
En otras partes del país se derribaron 10 drones rusos, la mayoría de ellos en la región de Odesa, apuntó la fuerza aérea ucraniana.
El lunes, un ataque ruso con misiles destruyó varias viviendas a las afueras de Kiev y dejó a más de 100 familias temporalmente sin luz.
El incidente del miércoles se produjo mientras Zelenskyy estaba en Washington para pedir ayuda adicional para combatir la invasión rusa.
A medida que llega el invierno y entorpece el movimiento de los soldados — lo que permite pocos cambios en el frente de batalla —, los bombardeos ganan relevancia en el conflicto. Los funcionarios ucranianos advirtieron que Rusia atacará infraestructura energética para causar cortes de electricidad y apagones como hizo el invierno pasado.
Los ciberataques también son un frente de gran actividad. El proveedor de telecomunicaciones ucraniano Kyivstar, que brinda servicio a más de 24 millones de consumidores en todo el país, dijo que sus servicios se vieron afectados el martes por un “poderoso” ataque de hackers. El ciberataque también causó afectaciones en el sistema de alerta de ataques aéreos en parte de la región de Kiev, según el director del gobierno regional de Kiev, Ruslan Kravchenko.