Con la realización del referendo consultivo, cuyo resultado nadie puede creer porque todos los centros de votación tuvieron poca afluencia de votantes, ha quedado al desnudo el régimen: ni siquiera apelando al nacionalismo tiene respaldo.
La declaración fue hecha por el abogado Filiberto (Fili) Peña, exsecretario general de gobierno y ex secretario general seccional de Acción Democrática en el estado Lara, quien dijo que el gobierno, ni en sus mejores tiempos, pudo lograr diez millones de votos, menos ahora cuando, prácticamente, rueda por el suelo.
Decir que fueron más de diez millones de personas a votar, lo que significa la mitad del padrón nacional electoral, no engaña a nadie, sino que demuestra el miedo, la angustia y la preocupación que agobia a la cúpula del régimen porque sabe que sus días están contados.
No es posible fabricar una realidad amparándose en un evento electoral como el del domingo 3 de diciembre bajo el pretexto de buscar un presunto apoyo a los planteamientos del gobierno en la disputa por el territorio del Esequibo.
Saren los jerarcas del régimen que la mayoría que los apoyaba, ha dejado de hacerlo y se ha unido a la gran masa de la población que viene clamando por un cambio político, porque ya no soporta las calamidades que tiene todos los días porque carece de los más elementales servicios y, al mismo tiempo, sus escasos ingresos no le alcanzan para adquirir alimentos.
Si el régimen pretendía empinarse con el referendo consultivo, la verdadera votación, que no va a ser revelada oficialmente, ha dejado claro que no puede levantarse. Ya el pueblo opositor tiene su candidata presidencial en la persona de María Corina Machado, quien se perfila como triunfante en las venideras elecciones presidenciales del 2024, las cuales, según el acuerdo de Barbados, que debe ser respetado estrictamente, deben realizarse en el segundo semestre del próximo año.
Queda el compromiso de lograr la unidad monolítica de todas las organizaciones políticas democráticas, las cuales deben dejar de lado aspiraciones y pretensiones de alcanzar gobernaciones, alcaldías, diputaciones nacionales y regionales, y concejales, porque lo primordial es la presidencia de la república.
Después de la presidencia con María Corina Machado, que encarna en estos momentos la voluntad popular, se logrará restablecer la libertad, la democracia y la reinstitucionalización, que permitirán al país encontrar el rumbo hacia la paz, la justicia y el trabajo bien remunerado que permita vivir a los venezolanos dignamente, expresó enfáticamente Fili Peña.