“La verdad de las verdades es que en un tribunal llamado Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya”. Desde el 2018, contó a El Impulso el doctor Valentín Castellanos que una demanda intentada por la República Cooperativa de Guyana con fundamento al Acuerdo de Ginebra de 1966, contra la República Bolivariana de Venezuela. Y esa causa se distingue en ese tribunal como Laudo Arbitral de París de 1899, que como toda causa judicial deberá terminal con una sentencia, dictada en este caso por quince magistrados de distintas nacionalidades, quienes se pronunciarán por mayoría sobre la validez, tal como lo pretende la parte demandante, Guyana, o sobre su nulidad, tal como lo debería invocar y alegar la parte demandada, Venezuela, designando calificados abogados especialistas que nos representen en ese juicio y hagan valer de manera eficaz el acervo probatorio que disponemos conforme lo han dispuesto y escrito nuestros más calificados juristas en la materia con el cual se demuestre los vicios que afecten la validez de dicho laudo, para que sea declarado nulo e írrito, tal como ha sido nuestra posición histórica. De la jurisdicción de ese tribunal no podemos sustraernos, porque Venezuela es miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y porque la Corte Internacional de Justicia es el tribunal que se creó en procura de la paz del mundo, con el fin de dirimir conforme al derecho en lugar de la guerra los conflictos que se susciten entre los Estados miembros.
Señaló el doctor, que “la mentira de las mentiras” es que Venezuela desconoce la competencia de la Corte Internacional de Justicia, pues ya convalidó y admitió tácitamente dicha competencia y somos parte en ese juicio porque su representante o mandatario judicial opuso una cuestión preliminar sobre la admisibilidad de la demanda, que fue declarada sin lugar con lo cual la alta instancia internacional (la Corte Internacional de Justicia) reafirmó la exclusiva e indiscutible competencia para conocer dicho asunto. Por vía de consecuencia, Venezuela está emplazada para presentar la contra memoria en abril de 2024.
Por otra parte, indicó que hay una incidencia procesal en el referido juicio, en el cual Guyana solicitó medida cautelar de suspensión del referéndum consultivo convocado para el próximo domingo 3 de diciembre, y a los fines de oponerse a esa solicitud, viajó a La Haya la Vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Esperamos expectantes la decisión que se dicte en los próximos días al respecto, una vez que las partes en favor o en contra, pues Nicolás Maduro secundado por los otros jerarcas de la cúpula que nos desgobierna ha manifestado que desacataría tal decisión si se ordenara la suspensión del referéndum, pues el mismo se realizaría, llueva, truene o relampaguée porque Venezuela es un Estado soberano. Ante tal eventualidad corremos el riesgo de que ese desacato pueda afectar nuestros intereses en el juicio.
El mismo, además de su mala redacción, es evidente que las preguntas versan sobre un tema jurídico muy especializado, que escapa del conocimiento del común de los ciudadanos y que por tal razón es inútil, y no favorece para nada los intereses que deben ser respondidos en un juicio responsablemente.
En lugar de esa consulta referendaria innecesaria e irresponsable es una obligación moral y legal del Estado venezolano consultar y procurar la debida y calificada asesoría de la universidad, la academia, el Colegio de internacionalistas, los colegios de abogados o su federación, entes que ya han emitido opinión sobre el tema, para una defensa jurídica real y efectiva de los intereses de la República, que somos todos los venezolanos.
En conclusión, señala que el referéndum convocado, a juzgar por la habitual y no disimulada cúpula gobernante de detentar el poder por tiempo indefinido, parece más bien una maniobra perversamente electoralista y patriotera, para autorizar al dictador Maduro para la guerra, investido de poderes especiales que le permitan ordenar la suspensión de las elecciones mediante un decreto de estado de excepción o de emergencia nacional o crear una división entre patriotas y no patriotas, con el fin de elaborar una nueva lista Tascón para inhabilitar a los no votantes. Un juicio, en este caso, una controversia limìtrofe entre dos Estados, no se gana con una consulta referendaria inútil, onerosa, inconstitucional e inconveniente, en la cual se ataca infundadamente al tribunal (Corte Internacional de Justicia) y se amenaza con la guerra a la parte demandante (Guyana), sino con la fuerza del derecho que se alega y se prueba.
Refiere que el nacionalismo es el principal nutriente de las dictaduras. Hitler, por ejemplo, Ante la inminencia del referèndum convocado qué bueno sería que María Corina Machado invitara a votar No a las cinco preguntas que por las razones que invoca el doctor Allan Brewer Carías, o Si a las preguntas 1 y 2, y No a las preguntas 3, 4 y 5, tal como lo propone la doctora Rocío San Miguel, y en consecuencia se le propine una paliza por adelantado a Maduro, quien por cierto tiene mucha culpa en la renuncia o dejación de nuestros derechos como canciller que fue de Hugo Chávez durante siete años.