#OPINIÓN Mercado negro universitario de títulos ilegítimos #29Nov

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«El error siempre ha sido hacer la denuncia ante los cabecillas de la banda que ocupan los cargos de liderazgo, encubiertos de gente sana y decente».
Crisanto Gregorio León. (El oidor y sus intereses inconfesables)

Infestación parasitaria. Al igual que la agrupación musical colombiana que deleita el alma, esta terna también es conocida como el trío los Antares, pero no deleita el alma. Y a diferencia del terceto romántico, la trinca los Antares a la cual me refiero en esta epístola, es un grupo estructurado de delincuencia organizada, es un trío de jefes criminales que gobiernan en su demarcación, son una mafia universitaria dedicada a fraudulentar y violentar al alma mater, por dedicarse a vender títulos falsos putativos u originales ilegítimos, además de otros documentos para sorprender la buena fe del mercado laboral. Al calibrar las acciones punibles del directivo Julio Marcus conocido como el pergamino falso, de la Calderona y de Jesús Alberto el Sarasa, puede adjetivárseles como el triunvirato de las falsificaciones. Y aunque alguno de ellos pudieran no estar físicamente in situ, se han cerciorado de dejar infectada la universidad con sus larvas cuales parásitos.

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Que sean capturados los de nuestro patio.- Estos tres delincuentes son experimentados en el engaño y el fraude, colocando en el mercado negro miles de títulos universitarios sin alma, carentes de desempeño estudiantil, echando al mundo laboral oleadas de profesionales chimbos que no estudiaron para obtener los pergaminos y que constituyen burlas académicas y sociales. Verbigracia, tales circunstancias nos trae a colación el caso de los seis cirujanos plásticos que fueron condenados a 7 años de prisión por ejercer con títulos falsos de médicos. Noticia del 4 de octubre de 2023, día de San Francisco de Asís; donde el Tribunal Superior de Bogotá en Segunda Instancia libró orden de captura en contra de estos falsos galenos. De igual modo es imperativo que esto haya de ocurrir en nuestro patio, con esta avalancha de profesionales inventados de esta casa de estudios cuyo gobierno universitario es corrupto. Es imperioso acabar con este “tráfico de títulos”, que a semejanza del tráfico de personas es un delito que tiene como finalidad la explotación de la persona jurídica universitaria en diversas actividades de ilícito penal, una de ellas es la venta de títulos originales sin desempeño estudiantil, la expedición ilegítima de constancias de estudios y cartas falsas de culminación de carreras.

«Los frutos del árbol venenoso«, siguen operando.- Aun cuando el directivo Julio Marcus conocido como el pergamino falso, pueda no estar “sentado en el despacho” ejerciendo el cargo por haber sido en apariencia sustituido, en los hechos en razón de la evidencia empírica está activo en esencia, pues su presencia se rastrea. Es como un “delincuente emérito”, que continúa desde la cárcel gerenciando su negocio de fechorías, pues en este caso Julio Marcus ha dejado en la universidad la raíz envenenada, ya que todo su equipo está instalado en la alma mater. En efecto, la mafia liderada por este falso profesional Julio Marcus, sigue cumpliendo las órdenes de su pran quien ejerce acción tentacular desde afuera. Ha sido un dislate asumir un cargo directivo sin extraer las raíces del cáncer por las cuales ameritó un procedimiento extirpador; al menos que la intención sea continuar con el legado y la actividad delictiva del directivo saliente y para lo cual se necesita gente deshonesta que esté ducha y sea conocedora del negocio del “tráfico de títulos”. Mayor desatino ha sido dejar en puestos clave, a delincuentes clave del anterior directivo por la recomendación del previo directivo que colocó al directivo saliente. No es un juego de palabras, ni un trabalenguas, sino un juego calculado de un staff de delincuentes. Dicho desde otra arista: Julio Marcus puede haber huido del país y desconectarse fingidamente de la universidad o puede haber fallecido moralmente; pero su equipo criminal no sabe hacer otra cosa sino aquello para lo cual fue programado por el directivo hampón y eso está haciendo. El trío los Antares es parte de una estructura mafiosa de mayor escalada cuya cabeza es el rector, conjuntamente con el Secretario, los Vicerrectores y demás autoridades que integran el gobierno universitario. Todos saben en lo que están, ninguno está engañado al participar y al rubricar, pues son unas criminales sanguijuelas del alma mater. Por de modo que los Antares es apenas un satélite mafioso de una estructura a modo de cártel. Los directivos se suceden el negocio del “tráfico de títulos” como un legado o una herencia en la que se turnan para hacerse de dinero sucio, dinero negro o dinero lleno de sangre y de pecado.

Aprendiendo del maestro.- Nos negamos a pensar que el nuevo directivo además de las propias, quiere nutrirse de todas las mañas, trampas, ardides y artificios del negocio del “tráfico de títulos” y para lo cual está “aprendiendo” y “aprehendiendo” del staff criminal de Julio Marcus. Con su alcahuetería, el nuevo directivo hace presumir que para eso los está dejando operar tan impunemente. Causa alarma la asociación para delinquir de personajillos como Jesús Alberto el Sarasa, un depravado en eso de la criminalidad interna que se complace en mantener un connubio con la directiva de talento humano violentando a sus anchas el ordenamiento jurídico. Porque ellos son el engranaje de la maquinaria de forjar títulos. Además no queremos pensar que el nuevo directivo para demostrarle al rector que tiene suficiencia criminal en esto de vender títulos y que es un émulo de Marcus con la indignidad rampante, por lo que valió la estrategia de quitar del camino al envanecido Julio que estaba opacando al su jefe y se creía el rector y no un directivo de menor jerarquía. Conservar al equipo de Julio Marcus hace presumir que el nuevo directivo está complementando su background en esto del “tráfico de títulos” y su misión es superar la criminalidad del anterior directivo en la empresa criminal de la venta ilícita de títulos falsos putativos y otra serie de documentos fraudulentos con apariencia de legalidad pero con impronta de ilegítimos.

¿Una dirección falsaria?.- Cuando una gestión no se desmarca de la escandalosa gestión corrupta anterior, entonces es más de lo mismo. Todo el staff de delincuentes sigue operando en la universidad. Todos los funcionarios que obedecían las instrucciones del directivo Julio Marcus se mantienen físicamente in situ respondiendo a los mismos intereses criminales para los que fueron programados. Para despistar solo se produjo un cambio bicéfalo en apariencia pero no en la realidad. El y ella siguen vendiendo extramuros los títulos y continúan teniendo las riendas del negocio de “tráfico de títulos” y se han convertido en asesores de gestión de bajo perfil, que son consultados ad libitum. Hay muchos compromisos cumpliéndose paralelamente y muchos compradores esperando y recibiendo de los promitentes vendedores. La teatralizada expulsión de Julio Marcus, semeja una intervención de un oncólogo inexperto que extirpa al paciente los tumores visibles, pero deja dentro del organismo todos los que no se notan, los que no se ven a simple vista sino que se mantienen ocultos en el cuerpo con metástasis generalizada. Pero cabe preguntarnos: ¿Acaso el nuevo directivo es un oncólogo inexperto que no se ha percatado de los tumores diseminados en el organismo? ¿O el nuevo directivo quiere y prefiere todos esos tumores produciendo convenientemente las secreciones linfáticas que generan millones de dólares?, ¿O en todo caso se trata de una mala praxis médica? La evidencia empírica nos dice que el equipo de Julio Marcus está operando temerariamente y continúan teniendo las riendas del negocio de “tráfico de títulos”, en una nueva asociación para delinquir.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.- Con una exaltación a los delincuentes, se ha visto como el nuevo directivo se desmarca de la gente honesta, decente y correcta, pero chapotea y mantiene una sospechosa relación con el equipo experto en forjar y vender títulos. Ninguno de ellos es inocente, ninguno de ellos es gente inocua, ninguno de ellos se chupa el dedo. Todos saben en lo que están y se mantienen cuales caimanes en boca de caño, aprovechando y creando toda minúscula oportunidad para hacerse de muchos dólares ilícitos en cualquiera de las fases que comporta forjar un título falso o conferir con fraude un título ilegítimo. Esta universidad no está llena de honestidad académica, sino de deshonestidad delincuencial. Con un gobierno universitario caracterizado por la cronicidad en la corrupción, se turnan los cargos para chupar de las exorbitantes ganancias delictivas.

Cuándo le pongan los ganchos a Julio, a la Calderona , a Jesús Alberto, a sus émulos , demás coautores y cómplices.-

Es imperativo correr el velo del verdadero giro de negocios de esta estructura cartelaria o criminal, porque siempre existen alianzas malignas y como el diablo tiene muchos rostros, nunca se sabe qué forma va a tomar, ni quienes saldrán a defenderla. Para lograr este acto de justicia, o sea la captura y juzgamiento de estos delincuentes académicos o integrantes del gobierno universitario corrupto; es menester exponer a todos los involucrados ante la opinión pública que ya bastante sabe de esta engañosa institución y de sus autoridades que fingen con ínfulas una falsa corrección y una falsa seriedad. Por cuanto esta alma mater es productora de deshonestidad académica, con una estructura que se ha deslegitimado por razón de su desempeño ilícito y está por efecto de la evidencia empírica en el ojo público al mentirle a la sociedad, su existencia más que superflua es estorbosa para la paz por sus perfiles delictivos. Porque con una ostentación criminal nunca antes vista, esta universidad es un falso atrio académico y se ha convertido en una madriguera de delincuentes que se alternan su gestión para garantizarse por grupos las ganancias ilícitas de su giro punitivo. La creación de esta casa de estudios, solo ha tenido una justificación en la letra pero no en el desempeño. Esta casa de estudios superiores promovía en su creación una solución para egresar profesionales que requerían urgencia en su graduación, pero en ninguna parte quedó escrito que iban a vender los títulos ni que se los regalarían entre sus autoridades, familiares, amantes y amigos. Mientras sigan vendiendo los títulos no podrá apreciársele como una universidad sino como un cártel de tráfico de títulos universitarios ilegítimos y todos los que a esa actividad se dedican han de ser perseguidos por el largo brazo de la ley.

La trinca los Antares. Este ha sido el trío que en su comarca por su vanidad y prepotencia, por sus jactanciosos signos exteriores de riqueza, por sus inmorales desempeños con desparpajo y burla; encendieron las alarmas que ameritaron investigaciones y observaciones profundas de la gestión de Julio Marcus y el hallazgo de la corrupción del gobierno universitario, porque no es posible tanta impunidad sin el conocimiento del rector y el resto de las autoridades, a quienes se les informa y denuncia todo cuanto ocurre con la venta de títulos y se hacen los desentendidos, incluso tratan como delincuentes a la gente honesta que creyendo en la buena fe de estos, se llevan el chasco de encontrarse con otros delincuentes más, ostentando indignamente grados académicos que seguramente también se robaron. La trinca no son solo tres, pero son tres las cabezas visibles que la gobierna en su comarca, siendo secuaces integrantes del grupo estructurado de delincuencia organizada, el resto de los funcionarios que infestan la universidad en posiciones clave para llevar a cabo sus cometidos de venta de títulos universitarios falsos putativos ilegítimos y la expedición de otras documentaciones que acreditan a sus portadores lo que es fraudulento académicamente.

«Hacer caso omiso del comportamiento antiético y hasta ilegal de un solo miembro de la corporación es propugnar el desprestigio de esa institución u organización y su decadencia en todo nivel, con lo que se corre el riesgo de que ante tan soberana incorrección pueda desaparecer o tomar otro giro que no fue el pensado al crearse o fundarse».
Crisanto Gregorio León. (Corrupción y el número áureo)

Crisanto Gregorio León
[email protected]

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