Primero, es innegable el esfuerzo de anteriores gobiernos, a él de Chávez, al declarar en Georgetown que «El asunto del Esequibo será eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países» ¿A quién consultó? No es de dudar que a Fidel Castro, imprudencia aquella que nos remite al adagio jurídico
En ese sentido, el historiador y diplomático Simón Alberto Consalvi escribió que «»La política exterior está en el ojo del huracán. Quizá sea el momento pertinente para mirar hacia los tiempos en que fue una política de Estado. La política exterior fue siempre, desde el siglo XIX, desde el alba del movimiento independentista, uno de los factores fundamentales de la historia de Venezuela»
Aquella tradicional política exterior de Estado, fue borrada por una política ideogilizada precisamente por Chávez Frías, por lo cual no tiene sentido el mal traído a manos, referéndum consultivo y la pregunta 1, si el Esequibo es nuestro. Menos la segunda, si «Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único medio para la controversia por ser desde todo punto de vista lógico. En cuanto a la pregunta 3 «de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la controversia es contradictoria, al apoyar el Acuerdo de Ginebra. En lo que respecta a la cuarta pregunta de nos resulta una declaración de guerra y la quinta no menos inútil, de pretender crear un Estado Esequibo, es contar los pollos antes de nacer. Sumemos a ellos, un malabarismo de manipulaciones, políticas, jurídicas y éticas que generan dudas y desconfianza.
Las precedentes razones históricas y jurídicas, le dan razón a nuestra conciencia cívica y ejercerla en el marco del constitucional 61:
Además de tan oportuno derecho nos luce evidente, el descaro político por parte del ente convocante nada más al declarar que…
«786 mil 321 organizaciones políticas, movimientos sociales, gremios, universidades, comunidades indígenas y grupos religiosos. Se incluyen 46 partidos, 13 mil 516 gremios, 3 mil 791 sindicatos, así como una diversidad de organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la política, la cultura y el activismo social»
Leer y releer aquello no es creíble en nadie, dado que solo ellos, cómo adherentes darán fe de la consulta de por sí aprobatoria. Luego ¿Quién responderá por los votos negativos? peor aún, ¿acaso son apátridas los millón de venezolanos fuera del país a quienes les tienen confiscados sus derechos políticos? Y ¿dónde votaran los no inscritos nuevos sufragantes? En ese marco el mismísimo Consejo Nacional Electoral promovió un simulacro del referéndum declarando sin dar cifras qué que a sus decires «rebasó todas las expectativas” y justo, cuando vamos a remitir este Picapedrero nos enteramos que: ..”El petróleo se amontona en Europa ante la llegada masiva de buques rebosantes de crudo de EEUU y Guyana. ¿De Guyana?! ¡S! O ¿es que no recuerda, el compromiso de Chávez en Georgetown, que?: “El gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esa región que vaya en beneficio de sus habitantes” (19.02.2004) ¡A vaina arrecha!
Vistas así las cosas, me acojo a la divisa chavista que «Por ahora», ejerceré el «derecho de Objeción de conciencia”…
Jorge Ramos Guerra
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