Desde hace más de un año la urbanización Morán al este de Barquisimeto padece el reiterado problema de la falta de electricidad. Ello tras el estallido del transformador una noche del mes de octubre de 2022.
Fue la ocasión cuando se registró en la ciudad una tormenta eléctrica que afectó al vulnerable cuerpo eléctrico de la zona ya advertido por la comunidad. Éste es el único transformador que en esa ocasión dejó de funcionar en Barquisimeto. El mismo estaba en situación de vulnerabilidad.
Cada problema tiene sus características concretas que desde luego amerita respuestas concretas. El de la Morán tiene las suyas que ameritan ser tomadas en cuenta para no errar.
Pues oportunamente los vecinos alertaron a Corpoelec sobre fallas en el cableado del sistema que los surte de luz donde está colocado el transformador, específicamente en la carrera 2 entre 2 y 3, frente a la escuela José Tomás Giménez.
La información se relaciona con el desgaste del cableado evidente en el registro de varios cortocircuitos, Pero nunca hubo respuesta de la corporación eléctrica. El planteamiento cayó en el saco roto de la indiferencia de la burocracia gubernamental.
Luego se registra la insólita decisión de algún genio de partir en dos la carga eléctrica asignada al sector que vino a significar el principio del actual martirio de esta comunidad con el servicio eléctrico. La carga se debilitó por esa causa afectando a esta comunidad.
Hasta ahora suman seis las veces que el transformador ha estallado en la comunidad de la Morán. Pero la explicación al repetido problema es el de que los transformadores de reemplazo son repotenciados o, vale decir, chatarra.
Se trata de un engaño consumado una y otra vez por Corpoelec en perjuicio de esta laboriosa comunidad. Una emergencia que amerita una respuesta rápida y asertiva por parte de los entes oficiales que les compete solucionarlo.
Eso es privar de forma brutal del derecho al bienestar a una laboriosa comunidad donde habitan más de 40 familias y funcionan una escuela, dos talleres mecánicos y siete establecimientos comerciales. Nuevamente en estos hogares se ha registrado la perdida de alimentos, afectación a la salud de enfermos, niños y ancianos, daño económico y permanecen en las tinieblas por causa de este viacrucis de un pésimo servicio eléctrico. .
En su programa radial el pasado lunes 30 de octubre el señor gobernador Adolfo Pereira tuvo la amable deferencia de referirse al problema. El primer mandatario regional expresó que ordenó se investigue el mismo en función de una solución. Así en el lapso de dos días pusieron “nuevo” transformador pero duró dos días al destilar el peligroso aceite por lo que fue retirado.
Luego, transcurrido un año es cuando Corpoelec sustituye el cableado, pero ha sido peor el remedio que la enfermedad. El mismo apenas funcionó por el breve lapso de tres horas. El cableado estalló pues no es el indicado. Y para males mayores el transformador estaba dañado. La consumación de otra burla del régimen de turno.
La solución forzada ha sido que los vecinos finalmente compren los cables aunque se trata de una zona donde el municipio cobra una de las tasas de impuestos más elevada de la ciudad. Es algo así como jugar al agotamiento evadiendo su responsabilidad la corporación eléctrica.
En el problema se han conjugado: incapacidad técnica y gerencial al igual que ignorancia, negligencia, indiferencia, omisión, irresponsabilidad, engaño y falta de seriedad consustancial a la burocracia parasitaria.
En consecuencia, la gente de la urbanización Morán no quiere más paños calientes y engaños. Exigen más seriedad y una solución de raíz y definitiva al problema.
Cabe destacar que esta lucha de los moradores de la Urbanización Morán ha sido por iniciativa propia con sus líderes naturales. Y en ejercicio de sus derechos constitucionales han protestado en la calle cansados de tanta desidia gubernamental.
La crisis eléctrica asedia con furia a la urbanización Morán.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11