La tensión en la península coreana se ha incrementado tras la ruptura total del acuerdo militar bilateral entre el Norte y el Sur, que había sido parcialmente suspendido por Seúl para reanudar la vigilancia fronteriza, debido a los intentos de Pionyang de lanzar satélite espía.
Corea del Norte ha respondido con el lanzamiento de un misil balístico que no alcanzó su objetivo y que falló durante su vuelo, para posteriormente anunciar que abandonaban el pacto bilateral con Corea del Sur que buscaba reducir tensiones entre los países.
El Ministerio de Defensa Nacional de Pionyang anunció que el Ejército “se libera por completo del acuerdo militar Norte-Sur del 19 de septiembre” y que reactivará “inmediatamente” las medidas militares que se habían detenido en virtud del pacto.
El régimen ha calificado la decisión del Sur de cancelar una parte del acuerdo como una “grave provocación” y una “traición”.
El acuerdo militar de 2018 tenía como objetivo aliviar la tensión en las áreas limítrofes y reflejaba el breve acercamiento que experimentaron ambas Coreas hace cinco años. Sin embargo, la relación se ha deteriorado desde el lanzamiento de un satélite espía por parte del Norte el martes, que fue condenado por el Sur y la comunidad internacional.