Hoy, una vez más, quiero pedirte por la sanación física, mental y espiritual de todos los venezolanos.
¡Virgen de Chiquinquirá! ¡Óyenos! Queremos tener intimidad con tu hijo Jesucristo para que en su misericordia nos de refugio, socorro, provisión, descanso y alimento para nuestro corazones.
Danos confianza, para que con tu bendición todos podamos acudir a la oración y entregar nuestras vidas al padre celestial. Que tu preciosa imagen siempre sea muestra de defensa y salvación.
¡Reina Morena! que todos los ciudadanos de este país tengan la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándose con los más vulnerables y trabajando por la reconciliación para que pronto con tu luz, amor y rectitud veamos a este país bendecido.
¡Madre mía! Apiádate de nosotros y míranos con misericordia.