El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, en coordinación con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), realizó el pasado 16 de noviembre varios vuelos de expulsión de migrantes que no tienen una base legal para permanecer en el país.
Entre los expulsados se encuentran personas de Ecuador, India, Perú y Venezuela. Estos vuelos se enmarcan en las decenas de operaciones de expulsión que lleva a cabo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según el DHS, desde mayo de 2023 ha expulsado o devuelto a más de 380.000 personas, incluidos más de 60.000 miembros de unidades familiares. El DHS afirmó que actúa conforme al derecho estadounidense, que establece la expulsión de quienes no sean ciudadanos estadounidenses y no tengan un fundamento legítimo para permanecer en Estados Unidos. Además, aseguró que respeta las leyes y las obligaciones internacionales asumidas por Estados Unidos, y que evalúa adecuadamente las reclamaciones de protección o exclusión de la expulsión de los ciudadanos extranjeros, sin importar su nacionalidad.
De acuerdo al organismo, los ciudadanos extranjeros asignados a procedimientos de expulsión plantean sus reclamaciones ante jueces de inmigración en los tribunales inmigratorios, que son administrados por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración del Departamento de Justicia. Asimismo, indicó que por razones de seguridad operativa, el ICE no confirma ni comenta sobre operaciones de transporte futuras o pendientes.
Lee también: InSight Crime: Los uniformes oficiales inundan los mercados negros de Venezuela
El DHS informó que las operaciones aéreas del ICE facilitan el traslado y la expulsión de personas extranjeras, incluidas unidades familiares, mediante compañías aéreas comerciales y vuelos chárter, en apoyo a las oficinas del ICE en el terreno y otras iniciativas del DHS. En el año fiscal 2022, las operaciones de cumplimiento y expulsión del ICE realizaron 72.177 expulsiones a más de 150 países en todo el mundo.
Para finalizar la institución recomienda a las personas «que no escuche las mentiras de los contrabandistas y que no se arriesgue a cruzar la frontera ilegalmente, ya que estarán sujetos a expulsión si no tienen una base legal para permanecer en el país y perderán la capacidad de beneficiarse de vías legales».