Un día el mozalbete Alirio Díaz se arma de valor y decide ir al encuentro con el periodista que leía todos los días en el Diario de Carora dirigido por José Herrera Oropeza.
Aquellos escritos contenidos teñidos de contenido humano y social lo seducen hasta el extremo de proponerse también escribir.
Ahí estaba como siempre sentada en su silla frente al rustico estante de libros y la mesa donde diariamente escribía y reflexionaba como parte de su intensa actividad intelectual de un genio popular y líder de una masa campesina y obrera.
Ciertamente, don Chío era fuerte de carácter como las tunas de una parte del paisaje xerófilo larense pero dulce y amable cuando se le abordaba, al decir de otro de sus alumnos el periodista Fedérico Álvarez.
Y valió la pena el encuentro pues todos los integrantes de aquella generación de jóvenes que se le acercaron para conocerlo y pedirle sus consejos llegaron muy lejos. De esa pléyade cabe mencionar a: Luis Beltrán Guerrero, Alí Lameda y Guillermo Morón.
A cada uno le regalaba libros al tiempo que captaba sus particulares cualidades y talento para alguna actividad intelectual. Al igual que el aprendizaje del idioma francés que dominaba por la lectura de periódicos y revistas. Es lo que ocurre con el joven Alirio Díaz en quien percibe su talento innato para la música.
Hasta que un día éste le plantea la necesidad de fundar un liceo en su caserío La Candelaria a lo que el maestro le responde: a lo que Zubillaga Perera responde: “No chico, lo tuyo es la música”.
Al tiempo que lo remite con una carta de recomendación al músico trujillano Laudelino Mejías. De este músico Díaz recibe las primeras lecciones de música para luego viajar a Caracas a proseguir estudios.
Luego vendrían los estudios académicos en Caracas para posteriormente para Europa donde amplia el horizonte de sus conocimientos del instrumento de seis cuerdas.
En el año 2002 en el informativo Noticias Lara 870 del Circuito Unión Radio, el periodista Julio Pérez Rojas entrevistó a Díaz. Uno de los temas abordados fue el de su relación con Cecilio Zubillaga Perea.
Lloroso dijo que lo que era como músico se lo debía don Chío que lo descubre y encamina por el sendero de ese arte.
Este 12 de octubre se han cumplido los cien años del natalicio del brillante guitarrista de origen campesino venido de tierras del municipio Torres.
El jovenzuelo que se atrevió a tocar la puerta del cuarto biblioteca de ese personaje de la historia y cultura de Carora por el lapso de casi 50 años durante el siglo XX y quien alumbra el sendero de su brillante carrera artística.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11