En los diez primeros meses del año los precios en dólares apenas han aumentado un 9% y los cuatro últimos meses han sido los de menor inflación mensual en divisas desde que llevamos este indicador, revela Economista senior en Ecoanalítica y profesor en la UCAB y el IESA, Jesús Palacios Chacín, en su cuenta oficial en X.
Explica que todos los rubros muestran desaceleraciones fuertes de precios en dólares: en promedio los precios se desaceleraron en un 37% entre diciembre y octubre. Ojo, es distinto desaceleración a que estén bajando, es decir, el ritmo al que suben en 2023, es mucho menor que el de 2022.
Además agrega, que aunque han sido los sectores más dinámicos recientemente, los rubros de salud y alimentos muestran la mayor reducción en su inflación interanual en dólares: desde una variación de 60% de los precios en dólares para el cierre de 2022 hasta a alrededor del 15% interanual.
Señala que los datos evidencian que la mayoría de los negocios se están viendo obligados a reducir márgenes para levantar las ventas y evitar lo peor de los dos mundos: sin ventas por mantener precios altos y con inventarios congelados que mantienen seco al flujo de caja. ¿Qué hacer?
1.- Afianzar los procesos de optimización de estructuras de costos: revisar cada detalle desde los costos de ventas, gastos administrativos y de personal, gastos financieros y gastos tributarios. Hay que evaluar cómo ser más eficiente.
2.- Apostar por soluciones que mejoren la productividad: capacitaciones efectivas al personal que lo haga más competitivo y nuevas apuestas tecnológicas que faciliten las operaciones.
3.- Realizar un análisis de sensibilidad para estimar el impacto en ingresos netos que generaría una reducción de los márgenes.
4.- Monitorear los precios de los competidores para conocer los límites de la reducción de precios en el mercado. Así también podrás establecer objetivos de brechas promedios en márgenes con tu competencia -cuanto más arriba o más abajo estar.
5.- Atender a cualquier variación en tu estructura de costos. Es decir, estar atentos a los precios de tus proveedores para ajustar, en los casos que sean necesarias, las reducciones de márgenes realizada.
No adoptar estas estrategias puede resultar en que tu empresa quede fuera de un mercado al que han entrado muchos participantes y soluciones más eficaces. Si no, puedes caer en la doble trampa: sin ventas por mantener precios altos y con inventarios congelados.