El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, asomó este miércoles que el expresidente Hugo Chávez fue asesinado por Israel, en una conspiración que involucraría también a Estados Unidos.
En su programa semanal Con El Mazo Dando, transmitido por el canal Venezolana de Televisión (VTV), el oficialista refirió a la muerte de Yasser Arafat, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en noviembre de 2004, como un antecedente de lo que habría ocurrido con Chávez.
“Un grupo de científicos suizos presentó un informe que reveló que el líder palestino fue envenenado con polonio radiactivo. Y en el año 2013, el Estado de Israel reconoce su participación en el asesinato”, expresó Cabello, mostrando recortes de prensa que respaldarían su afirmación.
Afirmó que “no es nuevo” ya que “al Estado sionista de Israel lo fundaron para hacer eso”. Y agregó: “Y no les extrañe que en algún momento, cuando desclasifiquen cosas en Estados Unidos, en el asesinato del Comandante Chávez estén involucrados su agencia de inteligencia. No les extrañe”.
¿Chávez fue asesinado?
De acuerdo a la información oficial de la administración de Maduro, Chávez murió el martes 5 de marzo de 2013 en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo de Caracas, a causa de un cáncer que le fue diagnosticado en 2011. El mandatario recibía tratamiento médico en Cuba, donde se sometió a cuatro operaciones y varias sesiones de quimioterapia y radioterapia.
Para entonces, Elías Jaua era el canciller de Venezuela, y confirmó oficialmente que el vicepresidente Nicolás Maduro —ante la falta absoluta del presidente Hugo Chávez— debería asumir la presidencia de manera interina, tal como lo establece la Constitución.
Al día siguiente de su fallecimiento, los restos mortales de Chávez fueron trasladados a la sede de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela (UMBV), donde se instaló inmediatamente la capilla ardiente. En tanto, el funeral de Estado se programó para el viernes 8 de marzo, día en que Maduro asumió el cargo formalmente.
Desde entonces, el régimen venezolano ha mantenido la hipótesis de que Chávez fue víctima de un magnicidio inducido por sus enemigos políticos, sin presentar pruebas concluyentes al respecto. Por su parte, la oposición ha cuestionado la falta de transparencia y veracidad en el manejo de la información sobre la salud y la muerte del líder bolivariano.