Israel ha aceptado instituir pausas humanitarias de cuatro horas diariamente durante su ataque a Hamás en el norte de Gaza desde este pasado jueves, dijo la Casa Blanca, y el presidente Joe Biden insistió en que los israelíes deben detener los combates durante varios días para tratar de obtener la liberación de los rehenes en poder de la milicia.
Biden dijo que “no había posibilidad” de un cese de fuego formal por el momento y que había “tomado un poco más de tiempo” que lo esperado para que Israel aceptara las pausas humanitarias. Biden había pedido al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que instituyera las pausas diarias durante una llamada telefónica el lunes y dijo que también le había pedido una pausa de al menos tres días para permitir las negociaciones por la liberación de algunos rehenes.
“Sí”, dijo Biden al preguntársele si había pedido una pausa de tres días. “Pedí una pausa aún más larga para algunos de ellos».
El vocero del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense John Kirby dijo que la primera pausa humanitaria sería anunciada el jueves y que los israelíes se comprometieron a anunciar cada pausa con al menos tres horas de anticipación.
Añadió que Israel estaba abriendo una segunda vía de escape para los civiles que viven en las zonas donde libra su campaña militar contra Hamás, con un camino costero que se suma a la principal ruta norte-sur del territorio.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken había advertido a Israel la semana pasada que corría el riesgo de destruir una eventual posibilidad de paz, a menos que tomara medidas rápidas para aliviar las condiciones humanitarias en Gaza para los civiles palestinos a medida que intensifica su guerra contra Hamás.
El presidente francés Emmanuel Macron inauguró una conferencia sobre ayuda a Gaza con un llamado a Israel a proteger a los civiles. “Todas las vidas tienen el mismo valor”, dijo Macron, y añadió que la lucha contra el terrorismo “jamás se puede llevar a cabo sin reglas”.