Por: Violeta Villar Liste / www.lawebdelasalud.com
El valor en salud pública del uso de la bacteria Wolbachia para controlar la transmisión del dengue ha sido reconocido por la OPS, resaltó la Dra. Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología durante su intervención en el XX Congreso de Ciencias Médicas de la Academia Nacional de Medicina (ANM)
Fue en el año 1924 cuando los investigadores descubrieron una bacteria de nombre Wolbachia.
Estos estudios preliminares sirvieron de base al Programa Mundial de Mosquitos (World Mosquito Program (WMP, por sus siglas en inglés) para diseñar una tecnología en estudio que permitiría reducir el riesgo de transmisión del dengue por parte del Aedes aegypti.
El equipo WMP descubrió, y así lo cuentan, que “cuando los mosquitos Aedes aegypti son portadores de la bacteria Wolbachia natural, se reduce la transmisión de virus como el dengue, el Zika, el chikunguñay la fiebre amarilla”.
El Grupo Asesor de Control de Vectores (VCAG por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó en el año 2020 “que las evidencias de los estudios desarrollados por el WMP, utilizando cepas de Wolbachia wmel para la interrupción de la transmisión, tiene valor en salud pública contra el dengue, es decir que esta tecnología sirve para disminuir la capacidad del A.aegypti de transmitir el virus dengue”.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el reciente mes de agosto de 2023, acaba de producir el documento Uso de Wolbachia en las Américas, para el control de vectores responsables de enfermedades de interés en salud pública. Análisis de información y posición de la OPS
La Dra. Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología y miembro de la sección de Infectología del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), compartió los alcances de esta tecnología en el contexto de su charla Dengue en Venezuela, ¿cómo vamos?, durante el XX Congreso de Ciencias Médicas de la Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela Dr. Antonio Clemente Heimerdinger.
Considera que esta innovación puede abrir nuevos caminos en prevención para una enfermedad que solo en “América se ha incrementado en las últimas décadas, al pasar de 1.5 millones de casos acumulados en la década del 80 a 16.2 millones en la década 2010-2019”.
La OPS, en alerta epidemiológica del 15 de septiembre de 2023, notificó que durante el segundo semestre de 2023, se ha registrado un incremento importante de dengue en varios países de la Región de las Américas, especialmente en Centroamérica y el Caribe.
Wolbachia y su interés en salud pública
La OPS señala, de acuerdo con la investigadora, que el uso de Wolbachia tiene la propiedad de actuar “como control biológico de los arbovirus al producir una variedad de efectos como la supresión de las poblaciones salvajes naturales de Aedes aegypti (liberación de mosquitos macho sometidos a esterilización, genes autolimitantes…) o la interrupción de la transmisión con el reemplazo de las poblaciones salvajes (liberación de mosquitos hembra con Wolbachia)”.
De manera sencilla, esta bacteria, al infectar al mosquito, evita la reproducción de enfermedades como dengue.
Hay un estudio del año 2021 (Utarini y otros) en Yogyakarta (Indonesia) donde se redujo la incidencia (77%) y las hospitalizaciones (86%) por dengue en las áreas de liberación de mosquitos con Wolbachia.
La expositora citó que “otros estudios no aleatorizados, pero controlados, realizados en países no endémicos como Australia (Ryan, y otros, 2020), y endémicos como Indonesia, Brasil y Vietnam” también indicaron reducción en la transmisión del dengue.
En Colombia y Brasil los resultados epidemiológicos “en el momento de la evaluación, no fueron definitivos para comprobar el impacto en la reducción de la transmisión del dengue”.
Conseguir un mecanismo eficiente para reducir la transmisión del dengue es prioritario.
La OMS expresa que “es considerada como la enfermedad transmitida por mosquitos más crítica en el mundo”. También se propaga con gran rapidez, “aumentando su incidencia mundial en 30 veces durante los últimos 50 años”.
Vacunas contra el dengue
La Dra. Patricia Valenzuela hizo referencia en su intervención a la vacuna contra el dengue (Dengvaxia) y a la nueva, Qdenga, aprobada en Europa, Reino Unido, Brasil, Argentina, Indonesia y Tailandia.
Con Dengvaxia ocurre que solo se recomienda para personas infectadas de manera previa con el virus del dengue. Se ha demostrado que los niños corren el riesgo de sufrir dengue grave y ser hospitalizados si contraen la enfermedad luego de la vacuna.
Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, demostró una eficacia del 80% “tras un año de aplicación cuando se administró en dos dosis con un intervalo de tres meses”.
“También se redujo la hospitalización por dengue en 90%”.
Sí puede ser usada en las personas “independiente de la exposición previa al virus”.
Situación del dengue en Venezuela
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología explicó que en el caso de Venezuela no hay datos actualizados sobre dengue y la única información disponible la aporta la OPS.
Según esta estadística, durante los primeros cinco meses de 2023 se reportaron 4,809 casos probables de dengue y están en circulación los cuatro serotipos del virus.
De acuerdo con la Plataforma de Información en Salud de las Américas (PLISA), el mayor número de casos de dengue en Venezuela lo registra el estado Yaracuy (1,019), seguido del estado Zulia (683) y en la tercera posición Barinas (524).
También Yaracuy presenta el mayor número de casos de dengue grave (14), seguido de Zulia (2) y Táchira (1).
Por número de fallecimientos, Yaracuy mantiene la primera posición (5). En segundo lugar el Zulia con 2 decesos y Barinas con una muerte.
Directrices para diagnóstico y tratamiento
La especialista abordó algunas estrategias de diagnóstico y tratamiento, con base en documentos como las Directrices para el diagnóstico clínico y el tratamiento del dengue, el chikunguña y el zika, de la OPS.
En relación con los signos de alarma de evolución a dengue grave, describió que se deben atender factores como dolor abdominal (progresivo hasta ser continuo o sostenido e intenso y al final de la etapa febril), irritabilidad, somnolencia y letargo o el aumento del hematocrito.
Sobre el aumento progresivo del hematocrito, señaló que se deben valorar “otros signos clínicos de alarma de forma temprana para no retrasar la reanimación a la espera de los resultados de laboratorio”.
Resaltó la importancia del diagnóstico clínico temprano y luego de las pruebas de detección molecular.
La OPS describe que «las guías basadas en la evidencia constituyen una de las herramientas más útiles para mejorar la salud pública y la práctica clínica». Tienen como objetivo «formular intervenciones con sólidas pruebas de eficacia» y así evitar riesgos innecesarios que comprometan la salud del paciente.
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