“…Las religiones y lo étnico a través de la Historia han sido las causas principales, junto con otras, de casi todos los conflictos bélicos que, en el pasado reciente y hoy día se desarrollan…”
Jorge Puigbó
Son muchos años los que hemos visto pasar y por tanto podemos decir que hemos contemplado el desarrollo de una buena parte de nuestra historia contemporánea. Han sido tiempos de cambios profundos y acelerados en todos los campos del saber humano y asimismo positivos para la Humanidad a pesar de los mensajes de desaliento que a diario generan mentes negativas. Solo hay que mirar las estadísticas que muestran el alargamiento de la vida, el aumento del confort, la mejor alimentación y la disminución de la pobreza para darnos cuenta de que indudablemente estamos mucho mejor que hace un siglo atrás, eso es indiscutible. ¿Qué es lo que nos está pasando entonces? ¿De dónde procede todo este nerviosismo e incertidumbre que se abate sobre las sociedades? ¿De dónde proviene esta pérdida de la esperanza y de la fe en el futuro? Limitarse a señalar lo que está sucediendo no es suficiente, muchos lo hacen diariamente en los medios de comunicación y lo primero que llama nuestra atención es la multiplicación de conflictos de todo tipo, sociales, políticos, económicos y no es que éstos hayan cesado en algún momento de la historia, simplemente se han exacerbado y multiplicado. Todos los días nos enteramos de una nueva situación crítica que presagia próximos enfrentamientos, o la agudización de los existentes, ningún lugar de la tierra se escapa de sufrir esta realidad. Describir un recuento de cómo amaneció la humanidad hoy, sólo requiere echarle un vistazo a la información que traen los principales diarios del planeta y a las publicaciones serias en las redes sociales, a lo que tendríamos que agregar el aumento vertiginoso de la velocidad de propagación de los contenidos.
Las nuevas informaciones que nos llegan, sumándose a las que arrastramos, van conformando un panorama nada halagüeño, lo cual nos induce, no solo a tomar nota de ello, sino a tratar de explicarnos las causas de tanta miseria humana y es cuando surgen algunas ideas al respecto:
–Las guerras son las máximas productoras de muertes, destrucción de las economías y desplazamientos de grupos humanos. Sus orígenes como sabemos son diversos, unos debidos al deseo de alguna nación de ampliar su territorio, otros fundadas en razones religiosas o ideológicas, o en movimientos separatistas que buscan independizarse de algún estado. Son los líderes quienes las inician y la población, generalmente manipulada, la que sufre las consecuencias.
–Los gobiernos con aspiraciones territoriales, los autoritarios, represivos e ineficientes, los que conciben revoluciones utópicas, son los que han obtenido y obtienen como resultado, el empobrecimiento de su sociedad, son generadores de conflictos con los vecinos al producir el desplazamiento de su población que huye hacia otros territorios. Venezuela va en camino de perder, si ya no lo ha hecho, el 25% de su población.
–En los últimos cincuenta años, tanto el narcotráfico, como la delincuencia organizada, se han constituido en verdaderas transnacionales del crimen y han adquirido un poder tal, que muchos estados se han visto afectados en su estabilidad. El contubernio con organizaciones políticas que los amparan se ha convertido en algo cotidiano. Las drogas han sido y están siendo utilizadas como armas tácticas para dañar al enemigo en una estrategia asimétrica de guerra por el poder.
–La Secretaría de Estado de los EEUU en virtud de las normas establecidas en la sección 219(a) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, ha calificado como organizaciones terroristas a más de 75 organizaciones repartidas y activas en todo el mundo. Una de ellas Hamas, inició una guerra brutal en contra del estado de Israel, su poder, al amparo de países benefactores, creció a niveles increíbles, situación esta, que pone en peligro, no solo al oriente medio sino a toda la humanidad.
–Las religiones y lo étnico a través de la Historia han sido las causas principales, junto con otras, de casi todos los conflictos bélicos que, en el pasado reciente y hoy día se desarrollan. Un ejemplo de ello son los Balcanes, que siempre han sido cuna de grandes diferencias las cuales generaron tres guerras, las dos primeras en 1912 y 1913, y la tercera, guerra de Yugoslavia, de 1991 al 2001. Si revisamos la Historia nos encontramos que el comienzo de estos enfrentamientos bélicos tuvo su origen y gestación en la invasión y conquista del Imperio Otomano de toda la región, lo cual dejó secuelas imborrables al introducir y tratar de imponer la religión musulmana. Hoy los descendientes de estas poblaciones convertidas al islam son mayoría en varias regiones de la península Balcánica. Otra región es el Cáucaso sur, en la cual Armenia y Azerbaiyán se disputan un territorio llamado Nagorno-Karabaj, escenario de enconados enfrentamientos y enormes desplazamientos de personas. Su inicio fue el llamado genocidio armenio cometido por el Imperio Otomano, entre 1915 y 1923 y que el mundo no termina de reconocer, el islamismo de los llamados Jóvenes Turcos cumplió su cometido. Este año 2023, la toma de Nagorno-Karabaj por los azeríes, con apoyo turco, ha empujado a más de 120.000 cristianos a abandonar las tierras que habitaban desde hacía siglos, constituyendo esto la continuación de las expulsiones ya sufridas en el pasado en la misma Armenia, así como la de los griegos de Anatolia. El estado turco cada día se aleja más de la laicidad, la Unión Europea debe revisar la historia. En Siria, Iraq, Libia y Nigeria las guerras conducidas por el islamismo para imponerse e imponer sus creencias incluye la eliminación de los cristianos por considerarlos infieles. Recordemos que religión y estado son la misma cosa para el islam.
–Los resultados de políticas de inmigración erradas, diseñadas por gobiernos que no quisieron ver las advertencias de opositores sensatos y dejaron acumular sin ninguna razón cantidades inmensas de inmigrantes que no aceptan la cultura, ni las leyes, los estamos viendo en lo que está ocurriendo en las grandes ciudades, la sociedad occidental, sobre todo Europa, está comprometida. La resistencia de los sectores islamistas a dejarse absorber por nuestra cultura y su decisión de consolidarse en guetos donde priva la Sharía por sobre las leyes del país anfitrión, hace tambalear la soberanía de los Estado y augura tiempos de mayores enfrentamientos. Una opinión de peso, respecto a este aspecto fundamental, es la de Giovanni Sartori, recogida en un artículo de Miguel Mora para El País de España, del 4 de abril del 2001, según él: “…los multiculturalistas, de origen marxista, no persiguen una integración diferenciada del otro, sino una desintegración multiétnica, una balcanización, una trivialización de la sociedad en la que todos sean iguales ante la ley siendo, en realidad, absolutamente distintos entre sí…”. Y todavía hay quienes no aceptan la realidad viendo las multitudinarias manifestaciones de apoyo a Palestina y las graves confusiones ideológicas de sus ciudadanos que apoyan a los inmigrantes. París, Berlín, Washington, Londres, Copenhague, son una muestra y las medidas anunciadas parecieran inútiles.
–Paquistán expulsa, a partir del primero de noviembre, a 1.700.000 ciudadanos afganos que se encuentran de forma ilegal en su territorio, la causa principal de esta medida: el recrudecimiento de los atentados terroristas cometidos por organizaciones musulmanas afganas afines a los Talibanes. Ya Irán según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, ha devuelto o deportado, más de un millón de afganos, de los más de 3,4 millones de afganos que viven en Irán, según ACNUR. Toda esa tragedia desestabiliza a los países vecinos de Afganistán y se debe exclusivamente a los cuarenta años de guerras que lo han destrozado.
El mundo da dolor por el inmenso sufrimiento de la gente, los líderes tendrán que hablar.
Jorge Puigbó