Tres personas fueron detenidas en una protesta contra las negociaciones entre el gobierno español en funciones y partidos separatistas catalanes sobre una posible amnistía para miles de personas implicadas en el movimiento independentista catalán.
Las detenciones se hicieron en una aglomeración de unas 3.000 personas ante la sede del Partido Socialista español en Madrid, según las autoridades. Dos hombres fueron detenidos por comportamiento violento contra la policía y una mujer por desobediencia, según el delegado de gobierno en Madrid.
El líder del grupo de ultraderecha Vox, la tercera formación más grande en el Congreso de los Diputados, asistió a la marcha. Varios manifestantes ondearon banderas españolas y trataron de hacer retroceder a la policía con equipo antimotines. Se produjeron protestas similares en otras ciudades españolas, aunque no se reportaron más arrestos.
El presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, líder de los socialistas, criticó las protestas, que describió como lideradas por “reaccionarios”.
“Todo mi cariño y mi apoyo a la militancia socialista que está sufriendo el acoso de los reaccionarios a las casas del pueblo”, escribió en X, antes Twitter.
“Atacar las sedes del PSOE es atacar a la democracia”, añadió.
Sánchez está negociando con partidos separatistas catalanes para que apoyen sus esfuerzos de formar un nuevo gobierno y mantener a su coalición de centroizquierda en el poder, tras unos comicios inconcluyentes en julio. Pero a cambio de sus votos en el parlamento, los dos partidos separatistas han exigido una amplia amnistía que incluiría a los líderes que huyeron de España tras su intento fallido de secesión en 2017, entre otras concesiones.
Eso ha indignado a muchos en España, incluidos los principales partidos de oposición en la derecha, que acusan a Sánchez de ceder a los legisladores.
El conservador Partido Popular, el principal partido de oposición, ha convocado su propia protesta contra las negociaciones sobre la amnistía para el domingo en plazas de cada capital de provincia.
“No voy a consentir que en nombre de mi país (…) se pida perdón a quien agredía y a quien atacaba a las instituciones”, dijo el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Se han producido otras protestas en las últimas semanas, pero han sido pacíficas.
Sánchez tiene hasta el 27 de noviembre para formar gobierno o el parlamento se disolverá de forma automática y se convocarán nuevas elecciones para enero.
Aunque ha perdido impulso en los últimos años, el movimiento separatista catalán sigue teniendo un fuerte apoyo en la acomodada región nororiental, lo que incluye el control del gobierno regional.