En lo que va de 2023, 408.000 migrantes de unas 100 nacionalidades han atravesado la selva del Darién con el fin de migrar a otros países, principalmente Estados Unidos.
Según la investigación titulada El cuello de botella de las Américas: crimen y migración en el tapón del Darién de International Crisis Group, 64 % de quienes pasan por esta ruta son de nacionalidad venezolana.
La cifra de 408.000 migrantes, de los cuales 1 de cada 5 son menores de edad, representa un incremento de 46 veces en comparación con 2020.
Los venezolanos y haitianos representan el 85 % de los migrantes que atraviesan la selva, seguidos de ecuatorianos (12 %) y cubanos (9 %).
El informe indica que durante los primeros 7 meses de 2023, se estima que migrantes de unas 97 nacionalidades atravesaron la selva, que ahora cuenta con una infraestructura informal de senderos y caminos utilizados por «coyotes» y permite que migrantes y refugiados de todo el mundo intenten llegar a Estados Unidos.
Uno de los principales motivos del aumento de la migración irregular por esta ruta es la implementación de visados en Belice, Costa Rica y México, algo que ha dificultado que ciertos grupos de migrantes vuelen directamente a sus destinos.
Esto lleva a un aumento en la cantidad de personas que cruza el Darién a través de pasos fronterizos irregulares porque no cuenta con la documentación.
La mayoría de los migrantes inicia su viaje desde Necoclí, Colombia, y luego debe atravesar el golfo de Urabá y la selva del Darién antes de llegar a Panamá. A lo largo de este viaje, se enfrentan a peligros, violencia y explotación. El costo puede superar los 1.000 dólares en algunos casos.