La influenza, considerada como una de las afecciones más frecuentes en la población infantil venezolana, hoy constituye una de las causas que ha generado ausentismo escolar en la ciudad de Caracas en las últimas semanas.
El pediatra general del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctor Williams Pérez, expresó que “entre las enfermedades que afectan con frecuencia a los niños y adolescentes venezolanos se encuentran el dengue, el rotavirus, otros virus gastrointestinales y la influenza, la cual ha ocasionado gran ausentismo escolar en la zona capital del país”.
Explicó que la influenza “produce síntomas gripales como: fiebre, tos, obstrucción nasal, malestar general, entre otros, pero si no se trata a tiempo y no se está vacunado contra ella, puede llevar a los niños a padecer neumonías, otitis, amigdalitis, hiperreactividad bronquial, así como también cuadros de broncoespasmo en niños alérgicos, que pueden requerir hospitalización por este padecimiento”.
El especialista precisó que la primera línea de ataque contra todas las enfermedades mencionadas anteriormente es la prevención, por ello es fundamental que los niños y adolescentes asistan a sus consultas correspondientes y reciban las vacunas necesarias.
El doctor Pérez recomendó que, si los pacientes presentan fiebre muy alta, dificultad respiratoria o algún otro síntoma de gravedad incesante, deben acudir a consulta de urgencia con el médico.
En este sentido, aseguró que el GMSP tiene a disposición las instalaciones y los especialistas necesarios para abordar cualquier situación en las cuales los niños ameriten evaluación, bien sea en el consultorio o en el área de emergencia. Además, cuenta con hospitalización pediátrica.
Indicó que “el equipo médico que labora en la clínica es de primer nivel, con pediatras de planta que están disponibles para evaluar y tratar a los pacientes que ingresan con patologías como diarrea, dengue, neumonología y deshidratación, por mencionar algunas de las más comunes”.
Añadió que, en caso de requerir atención quirúrgica, “el GMSP cuenta con cirujanos pediátricos altamente capacitados, al igual que con especialistas en áreas como gastroenterología, neurología, neumonología y hematología, entre otros, a quienes se llama si son requeridos”.
Durante la estadía del paciente en emergencia, se realizan exámenes de imágenes y laboratorio para obtener un diagnóstico preciso y velar por su pronta recuperación. Si es necesario, el paciente puede ser hospitalizado, o intervenido quirúrgicamente en los modernos quirófanos, equipados con la última tecnología y rigurosas medidas de bioseguridad.
Tratamientos
Refirió que el tratamiento contra la influenza y todas las patologías que son frecuentes en la población infantil debe ser individualizado y asignado por el especialista, “puesto que estos pueden variar según los síntomas y la situación particular de cada paciente”.
Destacó que los padres no deben suministrar ningún tipo de medicamento a sus hijos si el médico no lo indica, ya que esto puede empeorar su estado de salud. Afirmó que, por ejemplo, “administrar antibióticos de forma innecesaria, sin consultarlo con el especialista, podría aumentar la resistencia bacteriana lo que traería como consecuencia un manejo mucho más difícil de las infecciones, ya que cada vez será necesario usar antibióticos de mayor envergadura en ese paciente en futuras patologías”.
Dependiendo del estado de salud de los niños, estos pueden requerir la utilización de antibióticos en caso de situaciones en las que se establezca el diagnóstico de complicaciones por procesos bacterianos. Sin embargo, en la mayoría de los casos esta clase de medicamentos no es necesaria y solo se requiere un tratamiento sintomático.
Consultas pediátricas
Aclaró que para mantener la salud de los niños y adolescentes, lo ideal es que asistan a una consulta mensual en el primer año de vida, luego una cada dos meses durante el segundo año, después una cada seis meses entre los 3 y 4 años, y a partir de allí hacer una evaluación anual hasta que cumplan 18 años.
Mencionó que los pediatras generales son la primera línea de visualización de los niños y adolescentes, y quienes atienden gran parte de los padecimientos que estos presentan. Aunque, en el caso de determinadas afecciones, también se encargan de diagnosticarlas y canalizarlas hacia los especialistas pediátricos correspondientes.
Debido a todo lo anterior, enfatizó que el desafío de la pediatría en Venezuela consiste en asegurar que los niños y adolescentes sean valorados de forma correcta y preventiva, y posean su esquema de vacunación completo, para evitar que sufran situaciones de gravedad, que perjudiquen su calidad de vida y desarrollo, y genere ausentismo en los colegios, entre otros.