La economía venezolana terminará este año en cero o en – 1, pronostica el doctor Héctor Mantilla, economista, investigador y docente universitario con una trayectoria de cuarenta años en su profesión.
Hablo como economista y no con criterio político, aclara al ser entrevistado por El Impulso, y recuerda que sus apreciaciones han sido contrarias a las expresadas por sus colegas Luis Vicente León y Asdrúbal Oliveros, quienes coincidieron con anuncios oficiales de que se habían experimentado mejorías.
¿Qué ha pasado?
Para que haya mejoras en el crecimiento económico y se pueda avanzar en el desarrollo, asi como elevar el Producto Interno Bruto, tiene que haber inversiones; pero, lamentablemente, en Venezuela no las hay.
¿Existen posibilidades de que las haya?
Mientras no haya confianza, no será posible. No se puede estar esperando que al país ingresen inversiones si no se presenta esa variable. Puede haber proyectos económicos, pero no se concretan porque nadie se atreve a invertir debido a la histórica experiencia que muchos inversionistas han vivido y a quienes les han expropiado sus empresas. Además, no hay reglas claras para invertir.
¿Podrían volver los capitales venezolanos que se encuentran en el exterior?
Las estimaciones indican que hay más de 200.000.000.000 de dólares de capitales venezolanos en el exterior. Es una cifra muy importante porque con 200 mil millones de dólares, Venezuela podría recuperar su economía. Pero, como ya te he dicho, nadie se atreve a invertir ni siquiera un dólar en Venezuela porque no hay condiciones para hacerlo.
Tampoco se arriesgarían los capitales extranjeros.
Por supuesto.
Usted siempre ha insistido en el problema de la falta de confianza en Venezuela.
Es que la confianza no se decreta. Los inversionistas no creen en Venezuela, lamentablemente. ¿Quién se va a exponer a invertir si corre el riesgo de ser víctima de la expropiación?
¿Por qué fracasaron los 9, 14 y 18 motores de la economía que, durante los últimos die años, anunció el gobierno?
Por falta de inversión, simplemente. No se puede creer en anuncios…
¿No tiene credibilidad el gobierno?
No se le puede creer. No hace un mes fueron firmados unos acuerdos, en Barbados, y entre los puntos establecidos figuraban aspectos relacionados con el respeto a las condiciones electorales, para que la oposición pueda participar en unas elecciones sin trabas. Pero, ya se ve cómo el gobierno está actuando. Y de por medio hay sanciones en torno al petróleo, el gas y el oro.
¿Cómo ve que mientras Venezuela tiene un rezago otros países crecen?
Hay avidez de inversión en la región. Colombia es un ejemplo. En las elecciones regionales, el gobierno perdió catorce gobernaciones y no hubo ninguna implicación. Eso le gana confianza al país porque se ve que hay reglas claras.
Aquí pierde el gobierno la gobernación de Barinas, el Tribunal Supremo de Justicia anula el resultado y se vuelve a hacer otra elección para ver si la recupera. No hay reglas claras.
Doctor, ¿cómo se explica que se apruebe para el país un presupuesto de más de 170 mil millones de bolívares, que para ese momento fueron más de 9 mil millones de dólares, y se origina un conflicto porque a los trabajadores se les han confiscado sus beneficios?
Se aprueba un presupuesto y se piden créditos adicionales, pero no hay control porque ni la Asamblea Nacional, ni la Contraloría, se ocupan de ver cómo se administran los recursos. Se anuncia que la mayoría de los recursos será destinados a programas sociales, pero no hay explicaciones de lo que se hace.
¿Cómo ha visto el gasto público?
Se presentan situaciones verdaderamente increíbles como la denuncia hecha por Alfonso Marquina, de que 3 millones de personas cobran por el Ministerio de la Defensa. Si la población actualmente es de aproximadamente 28 millones de habitantes, de los cuales unos diez son menores de edad, quiere decir que una sexta parte percibe ingresos como militares, cifra que no tiene ningún otro país en el continente, ni siquiera los Estados Unidos.
Esto ocurre porque, como ya decía, no hay control sobre la administración pública y quien ejerce el poder del Ejecutivo se ha convertido en un monarca, que tiene funciones propias de los poderes Legislativo y Judicial.
No es, por tanto, no existe en Venezuela una democracia, porque en ésta hay división de poderes y cada uno de éstos es autónomo e independiente.
¿Cuál es el nivel de las reservas internacionales?
Las reservas operativas no llegan a 600 millones de dólares, porque son las que se pueden utilizar. Lo demás son papeles.
¿En qué se ha beneficiado el país con la dolarización?
Los beneficiados son los poquitos que trabajan con el gobierno. Más del 90 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza. Y dentro del casi diez por ciento que no lo está hay unos poquitos que sí pueden comprar Ferraris, viviendas y darse lujos como comer en restaurantes.
¿No ve salida a esta situación?
Difícil. La gente se sigue yendo de Venezuela por falta de oportunidades. Se está diciendo que los venezolanos están retornando, pero son unos cuantos los que han vuelto. Si regresaran 50 mil, otros 500 mil se irán. El 95% de mis alumnos me ha dicho que una vez que egresen de la universidad, se irán. Esa es la realidad del país.
Pero, ¿ni siquiera las licencias otorgadas por los Estados Unidos para la explotación petrolera a las empresas de ese país, generan alguna expectativa?
La industria petrolera, que llegó a producir más de 3 millones de barriles diarios, no sobrepasa los 700 mil barriles hoy día, según las cifras proporcionadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que si son confiables. Hugo Chávez había dicho que para éstos años, Venezuela estaría produciendo más de 6 millones de barriles de crudo al día. Pero, ya sabemos lo que ha pasado con Pdvsa y, como sus refinerías pasan más tiempo dañadas que funcionando, no se vislumbra que haya una recuperación de la industria por falta de recursos y, desde luego, baja producción.
Como falta ya poco para que se termine este año, ¿Cómo terminará la economía venezolana?
Tal como se ha visto el comportamiento de la economía en los diez meses transcurridos, no será posible que de aquí al último de diciembre pueda haber un milagro. Todo hace presagiar que la economía terminará en cero o en menos uno. No es una buena noticia.