Aldeanos en las montañas del noroeste de Nepal cremaron los restos de algunas de las víctimas del sismo que afectó la región el viernes.
El terremoto mató a 157 personas y dejó a miles sin vivienda.
Los 13 cuerpos fueron llevados el domingo a la orilla del río Bheri y colocados en piras de madera. Sacerdotes entonaron plegarias hindúes mientras los familiares lloraban al cubrir los cuerpos con flores, antes de prenderles fuego en la ceremonia de cremación.
Las 13 víctimas eran de la aldea de Chiuri en el distrito Jajarkot, que según las autoridades fue el epicentro del sismo y donde murieron por lo menos 105 personas. Otras 52 murieron en el distrito vecino de Rukum. Unas 184 personas resultaron heridas.
La mayoría de las viviendas en Jajarkot — hechas de leñas y piedras — colapsaron o resultaron sumamente dañadas por el súbito terremoto, e incluso las pocas viviendas de concreto de la zona también resultaron dañadas. La mayoría de los muertos fueron aplastados por los escombros.
Miles de personas pasaron el sábado sufriendo del frío.
Los sobrevivientes usaban cualquier material que conseguían para cobijarse y construirse un refugio, incluso láminas de plástico o ropa vieja. La mayoría de las personas no pudieron sacar sus pertenencias de las ruinas.
Muchas personas pidieron ayuda al gobierno.
“Nuestra situación ha empeorado tanto que no tenemos nada que comer. Cualquier comida que teníamos está sepultada junto con las ruinas de la casa”, declaró Samkhana Bika, una de las sobrevivientes.
Su casa, en la aldea Chepare, se había derrumbado. Estaba sentada al lado de una fogata, junto con sus familiares, para tomar calor.
“Una persona nos dio algo de arroz, aceite y sal, e hicimos un guiso con eso anoche y comimos eso”, expresó.
El gobierno nepalés dijo que está tratando de llevar asistencia a la región afectada.
Tras una reunión el domingo, el gabinete anunció que la ayuda sería despachada inmediatamente. El ministro Rekha Sharma dijo a reporteros que la prioridad es entregar alimentos y establecer refugios temporales, al tiempo que se trabaja para reconstruir las viviendas dañadas.