En el campo hay un decir “no hay mal que por bien no venga” aun suena así como conformismo, como desilusionado, pero la mayor de las veces tienen razón porque así no se contribuye a la apatía a la desesperanza y la fe que nos caracteriza a todos los que deseamos la paz y la armonía, hoy tan ausente en nuestro país que sigue siendo noble, pacífico y aguantador de todo lo malo que nos ha pasado y que pronto pasara y volverá hacer la nación del futuro, de la esperanza y de la realidad verdadera y no nos sentiremos como extraños forasteros en nuestra sagrada tierra; Dios, nos doto haciendo hasta lo imposible para que todos fuésemos felices y hoy nos tocó a todos hacer lo posible a través del trabajo hasta el cansancio y aportar hasta donde nos duela por el rescate de nuestra patria y el Espíritu Santo requiere de nuestra mente voluntad, energía como lo saben hacer los verdaderos hacedores en aras del fuerte respeto y del trabajo como lo hace el sector ganadero, los agricultores que sobre todos los obstáculos siguen produciendo a costa de los miles y miles de dificultades, que es el premio a los que desean contribuir de buena voluntad al desarrollo del país; con la consigna “no hay que dejarse robar el futuro ni destruir el presente”.
Hace pocos días dije en un artículo que cuando las malas atacan es porque las buenas vienen cercas, algo me decía que venía una señal aceptable en camino, es por pura percepción y creo que en una buena parte acerté y ver el acuerdo de Barbados me calmó un poco la angustia que a todos nos agobia y la considero positiva y con la fe y optimismo que siempre me acompaña me permito confiar en que se cumpla y se respete todo lo allí acordado y que se multipliquen esos acuerdos con mayor asertividad como un premio a quienes no tienen la culpa y pagan por los errores de otros.
El mensaje de los científicos de la economía parecen que han sido muy claros y asertivos y debe ser de creatividad porque están muy cerca de los que apostamos al éxito y al bienestar para todos y no soy analista, soy es práctico y practicante de que nuestra nación se merece que quienes tienen más capacidad y sentido de la productividad sean quienes tomen las decisiones, mientras tanto mis felicitaciones a los talentosos en estos menesteres que con sus análisis aumentaron mi fe y optimismo, doctores Asdrúbal Oliveros, Luis Vicente León, José Antonio Gil Yépez y Gerardo Álvarez.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Duran
