No transcurrió ni una semana desde que la administración de Nicolás Maduro suscribió un acuerdo con la Plataforma Unitaria en la isla de Barbados y desde que Estados Unidos levantó las principales sanciones al oficialismo para que el bando gubernamental atacara la elección primaria, poniendo en entredicho su cumplimiento de los acuerdos.
Después de que la Comisión Nacional de Primaria emitió su primer boletín en donde se presentaron los resultados parciales de la elección del domingo 22 de octubre, distintos voceros del oficialismo arremetieron contra el proceso y sus organizadores.
En la elección primaria resultó ganadora María Corina Machado, por el partido Vente Venezuela, con más del 92 % de los votos, según los boletines de la Comisión Nacional de Primaria. Estos resultados, así como la participación de 2,3 millones de venezolanos dentro del país en el proceso, fueron refutados por los oficialistas, quienes a pocas horas de celebrado el proceso comenzaron a tildar de “fraude” y “estafa” la elección.
Con esos comentarios y señalamientos de voceros principales del oficialismo como Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez y Cilia Flores, así como de algunos políticos que dicen ser de “oposición”, la administración madurista persigue con la garra de sus cuestionadas instituciones a los organizadores del evento opositor, el cual se efectuó de forma autogestionada al no contar con el apoyo técnico del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Tomando en cuenta que en los acuerdos parciales firmados de Barbados se habló sobre los derechos políticos y electorales ante la venidera elección presidencial del año 2024, quedan abiertas varias interrogantes: ¿Cuál será la respuesta de los promotores internacionales del diálogo en Barbados y sus garantes? ¿Habrá presión de la comunidad internacional? ¿Continuarán las negociaciones a pesar de esos mazazos a la mesa?.