El historiador larense Luis Alberto Perozo Padua, da como en un trabajo suyo, «El alumbrado público de Barquisimeto se inauguró en 1842 (5 Jun 2021). Antiguamente las pocas calles de Barquisimeto -empedradas todas- se alumbraban desde las casas, colocando en los portones un farol con una vela de sebo o un candil de aceite vegetal» Es de imaginarse la penumbra, después de los atardeceres crepusculares, propicias para algun serenatero o conspiradores, contra el gobierno de los Monagas, en en casa de don Pablo Judas, donde asistía el recordado presbítero José Macario Yépez para 1856. Perozo Padua dice el…»Se colocaron faroles que en realidad eran rudimentarias lámparas de latón que usaban aceite de tártago o manteca de cochino, que más tarde fue sustituido por kerosén».
Pero no sería sino a partir de 1916, cuando comenzaria a llegar fluido eléctrico que es otra historia de la que dieron cuenta los sucesivos cronistas de Barquisimeto hasta constituirse para 1941, la C.A. Energía Eléctrica que tuvo como símbolo un «kilovatico» quien por cierto respondía, por los daños ocasionados ante fugases apagones, hasta la nacional empresa CORPOELEC que ahora martiriza al pueblo no sólo psíquicamente… sino destruyendo artefacto eléctricos sino afectando la economía y peor la salud sin la constitucional indemnización…
«Artículo 140: El Estado responderá patrimonialmente por los daños que sufran los o las particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea imputable al funcionamiento de la administración pública» (esto queda pendiente)
¡Ah mundo! Pero tal irresponsabilidad la ha pagado el ciudadano el compatriota Alcides Colmenares, gerente general de Corpoelec Lara. La causa se debería a descontento «ante la mala gestión en la administración de carga para la región, con cortes eléctricos de hasta seis horas en promedios. Además de sus malas políticas en materia laboral» cuyo primer responsable es el régimen y sus corrupciones en todo el Sistema Eléctrico del país, irresponsablmente atribuido a «iguanas». Lo cierto es el todo se debió a un apagón en el Teatro Juares de Barquisimeto, justo cuando el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello se dirigía al país en la instalación dlas “Unidades Populares para la Paz” (UPPAZ) y cómo en tiempos de ¡expropiese! ¡destituyase! resultando como «pagapeo» el gerente regional de la empresa, haciéndose un corto circuito justo, cuando el «Consejo Consultivo de Barquisimeto», representativo de la sociedad civil, emitiera un manifiesto que que diera cuenta de la gravedad del Sistema Eléctrico Nacional.
Con ello queda claro, para el régimen, que todos los cortes de electricidad se justifican, pero nunca, donde se presente un espectáculo del mismo y menos, donde esté presente un significativo jefe y colorin colorado este cuento ha terminado.
Jorge Ramos Guerra
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