Este lunes Estados Unidos ratificó su respaldo a Filipinas luego de que se registrara un incidente en el que barcos chinos bloquearon y chocaron con dos barcos filipinos en el Mar de China Meridional.
El mandatario filipino, Ferdinand Marcos Jr. llamó al secretario de Defensa y otros altos funcionarios militares y de seguridad a una reunión de emergencia para discutir las hostilidades en las aguas meridionales.
Filipinas convocó a un funcionario de la embajada china en la capital de la isla para expresar un enérgico reclamo contra las colisiones en las aguas en reclamo, en las que no se reportaron heridos pero sí daños a un barco de la guardia costera filipina y un barco de suministro con casco de madera bajo operaciones de la marina.
El ataque de las naves chinas a los barcos filipinos generó alarma en Estados Unidos y otros países aliados, ante lo cual la administración Biden reafirmó el Tratado de Defensa Mutua de 1951 que suscribe el compromiso de proteger Filipinas si esta fuese objeto de un ataque armado.
En un comunicado emitido por la embajada de Estados Unidos en Manila, el Departamento de Estado expresó el apoyo a los aliados filipinos “frente a las peligrosas e ilegales acciones de la milicia marítima y la guardia costera de la República Popular China que obstruyen una misión de reabastecimiento de Filipinas el 22 de octubre a Second Thomas Shoal«.
Durante décadas, Washington ha desplegado la Armada y la Fuerza Aérea para patrullar la vía fluvial, sosteniendo que la libertad de navegación es de interés nacional para Estados Unidos, lo cual ha generado acusaciones de parte de China por inmiscuirse en un conflicto asiático.