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El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha dado luz verde para que la ONU comience a administrar un nuevo fondo humanitario para abordar las necesidades de Venezuela, señaló The New Humanitarian.
La medida se produce casi un año después de que el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición firmaran un acuerdo para crear el fondo, que exige que algunos de los 3.000 millones de dólares en activos venezolanos actualmente congelados por sanciones en el extranjero se desvíen para financiar programas en cuatro áreas: salud, educación, seguridad alimentaria y electricidad.
Según las fuentes consultadas por el medio, es poco probable que el fondo fiduciario esté en funcionamiento de manera inminente, debido a que tomará tiempo superar las capas de burocracia que impone la ONU.
«Tanto el gobierno de Maduro como la oposición deben aceptar el desbloqueo de fondos específicos para que esto suceda, y entonces no está claro cuánto tiempo les llevará poder movilizar el dinero», señalaron las tres fuentes consultadas por el medio.
HumVenezuela, que monitorea la emergencia humanitaria, estima que unos 19 millones de venezolanos –el 66% de sus 28,7 millones de habitantes– necesitan asistencia, y que otros 18,7 millones de personas han perdido o agotado irreversiblemente sus medios de subsistencia. La desnutrición está rampante.
Más de 7,7 millones de venezolanos han huido del colapso económico del país desde 2015, y los 28,7 millones restantes enfrentan escasez de alimentos, el colapso de los sistemas de salud y educación y una inflación galopante.
Largo proceso
Las conversaciones sobre el fondo fiduciario comenzaron durante las reuniones del llamado “diálogo de México” que llevaron al gobierno de Maduro y a la oposición a una mesa de negociaciones en 2021 para encontrar una salida a la crisis política de Venezuela y organizar elecciones libres en 2024.
El “ Segundo Acuerdo Parcial para la Protección del Pueblo Venezolano”, también conocido como “acuerdo social”, se firmó en noviembre de 2022 y se considera un avance histórico dadas las tensiones políticas de Venezuela y las persistentes negaciones de la crisis humanitaria por parte del régimen de Maduro. Pero las negociaciones políticas entre los partidos venezolanos se estancaron después de eso, y a Estados Unidos le tomó seis meses aceptar proteger la cuenta del fondo de los acreedores, y otros cinco meses para que la oficina del secretario general de la ONU aceptara administrar el fondo fiduciario.
Aunque las fuentes dicen que no está relacionado, la luz verde de la ONU se produce cuando el gobierno venezolano y la oposición emitieron una declaración pública conjunta el 16 de octubre, diciendo que habían acordado reanudar las negociaciones políticas, con Noruega como facilitador.
El 17 de octubre, se produjo la firma de un acuerdo en Barbados para condiciones electorales de cara a las presidenciales de 2024. Posterior a ello, el gobierno de Estados Unidos anunció el levantamiento temporal de sanciones petroleras, al gas y al oro venezolano.
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