Trabajo de www.talcualdigital.com
El Gobierno de Estados Unidos y la administración de Nicolás Maduro acordaron firmar un acuerdo para el alivio de algunas sanciones a la industria petrolera a cambio de ciertas garantías para unas elecciones presidenciales en Venezuela, previstas para 2024, que sean competitivas y con monitoreo internacional.
Así lo afirmaron dos fuentes cercanas al asunto a The Washington Post. El acuerdo entre las administraciones de Joe Biden y Maduro se firmará el martes 17 en Barbados, al que asistirán funcionarios estadounidenses.
Entre las condiciones aceptadas para este nuevo acuerdo, la parte venezolana aceptaría un proceso para levantar las inhabilitaciones a candidatos de la oposición como María Corina Machado, aunque no está claro cuándo se concretará, además de observación internacional y acceso a medios internacionales para la elección del próximo año. No está claro si este nuevo pacto incluye la liberación de presos políticos.
Del lado estadounidense, no hay planes de descongelar activos venezolanos en ese país y podría incluir una licencia general para que la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) reanude sus negocios con Estados Unidos y otros países.
«Es probable que Estados Unidos ponga un límite de tiempo a cualquier alivio de las sanciones para que pueda revertirse si Maduro no cumple con su parte del acuerdo», señalaron las fuentes al Post.
Estados Unidos ha impuesto sanciones contra el gobierno venezolano o individuos venezolanos durante más de 15 años, pero las endureció significativamente -bajo la administración Trump- a principios de 2019 después de declarar ilegítima la victoria de Maduro en las presidenciales convocadas en 2018.
Las conversaciones directas entre funcionarios de EEUU y representantes de Maduro comenzaron el año pasado. La administración Biden alivió algunas restricciones a Chevron, la principal petrolera de ese país con activos en Venezuela. Del lado venezolano se liberó a varios presos con nacionalidad estadounidense.
Estados Unidos también anunció este mes que reanudaría los vuelos de deportación directos a Venezuela, otra señal del deshielo de las relaciones entre los dos países.