Venezuela tiene todas las condiciones naturales para producir carne y leche para exportar a todo el mundo. De nuestros puertos debían salir barcos todos los días repletos de productos agropecuarios para los países de Europa y América, pero necesitamos inversiones y nadie se atreve a meter capital en nuestro país porque se rompió el puente de la confianza y existe el temor de perder el dinero invertido.
Armando Chacin, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos afirma que la directiva del gremio a visitado todas las embajadas de países importantes y todos, hasta los chinos, les han dicho que quisieran invertir en Venezuela, que este es un gran país, con tierras fértiles, con agua en abundancia, con buen clima, pero con una gran inseguridad jurídica, donde un consejo comunal puede ocupar una finca productiva sin que exista un poder judicial o gubernamental que defienda los derechos que asisten al productor. Puede más un grupo comunitario que todas las leyes y los artículos de la Constitución que consagran el derecho a la propiedad.
Y quien va a meter real en este país, se pregunta en tono de zuliano rajao, si en este país cualquier consejo comunal manda más que un Ministro. Yo no discuto sus razones morales o políticas, yo simplemente pregunto dónde está la ley que proteja al que invierta, al que quiera producir, recuperar sus inversiones, pagar sus créditos, abonar a su capital de trabajo, en fin, ningún empresario en el mundo puede hacer planes económicos en un país donde no exista confianza. Y eso es precisamente lo que se ha perdido en Venezuela, la confianza, el saber que existen leyes que permiten planificar a mediano y largo plazo y tener estabilidad productiva en el tiempo.
Quienes seguimos acá sin hacer maletas es porque apostamos sin cálculos y reservas al progreso nacional, hacemos un esfuerzo que ganaderos de otros países no entienden pero que nosotros sí entendemos, porque nos hemos quedado aquí porque nuestros abuelos fueron ganaderos, nuestros padres fueron ganaderos y para nosotros la vida es cumplir con ese propósito ancestral de demostrar que la ganadería en Venezuela es algo que enorgullece y nos justifica como seres humanos.
Por ejemplo, en estas jornadas científicas de Asocrica uno aprende lecciones extraordinarias de resistencia, constancia y compromiso. Ver a decenas de productores, de ganaderos de sol a sol, metidos tres días en un salón oyendo conferencias para incrementar su conocimiento y ser más eficientes, es algo que verdaderamente emociona y empuja a nuevas metas. Aquí no se trata de venir a relacionarse para hacer un buen negocio, aquí se viene con el objetivo de adquirir nuevos conocimientos para sobrevivir a la crisis económica, a la crisis ambiental, a la crisis general que impacta a todos los niveles.
Y qué mensaje les da a los socios de Asocrica. El mensaje me lo están dando ellos, un mensaje de lucha, de esperanza, de compromiso con Venezuela. Este tipo de jornadas deben multiplicarse por todo el país. El ejemplo que dan los criadores de ganado Raza Carora debemos ponerlo por delante al hablar de crisis y cómo solucionarla.
Armando Chacin al terminar la conversación se quedó mirando un cuadro de Sorolla donde el mar se adorna con damas y sombrillas, cierra los ojos por un momento y en tono de oración musita, lo lograremos. Le dimos la mano y quedamos a visitarlo en Caracas para darle apoyo a su propuesta de volver al vaso de leche escolar.
Jorge Euclides Ramírez