Ecuador inició este domingo la jornada de balotaje electoral para elegir nuevo presidente en medio de la etapa más violenta e insegura del país, asociada al crimen organizado.
Los primeros votantes hacían fila en distintos recintos electorales, algunos de los cuales, como ocurrió en elecciones pasadas, no terminaban de instalarse a primera hora debido a que los integrantes de las juntas receptoras del voto no llegaron a tiempo.
Los comicios anticipados sepultan el mandato de Guillermo Lasso, tras solo dos años y medio de gestión en los que la violencia y los asesinatos se han duplicado de forma exponencial, y ponen en manos de dos debutantes las aspiraciones de los ecuatorianos de recuperar la paz y enderezar la economía.
Daniel Noboa, un joven acaudalado y heredero de un magnate bananero, y Luisa González, que busca reinstaurar el legado de una corriente de izquierdas que estuvo en el poder diez años, se miden en un pulso presidencial inédito para ambos. Hasta ahora, habían tenido un rol político más bien secundario.
González, tras votar en la pequeña población denominada Canuto, 197 kilómetros al suroeste de la capital, y en medio de un fuerte operativo policial y militar dijo que “estamos con toda la fe, la esperanza de que Ecuador va a dar un giro hacia la dignidad hacia una patria de derechos y llamar a todos a votar con memoria”. Portaba un chaleco antibalas.
Minutos antes de que abrieran las urnas, Lasso convocó al pueblo ecuatoriano para tener una jornada cívica en paz y “pensando en lo mejor para sus hijos, sus padres y el país” y destacó que los votantes tendrán la sabiduría “para desterrar la demagogia y el autoritarismo mirando hacia un mañana de paz y bienestar para todos”.
Añadió que el gobierno velará por la seguridad, la transparencia y el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.
En el balotaje del domingo, se disputan el voto de 13,45 millones de ecuatorianos, en una jornada que arrancó desde las 0700 (1200 GMT) y cerrará a las 1700 (2200 GMT). En Ecuador, el voto es obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 64 años, y optativo para los adolescentes desde 16 y 17 años y los adultos mayores a 65.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, dijo que en estas elecciones “se decide el futuro de nuestra economía, educación, salud y tantas áreas que impactan directamente en nuestras vidas” e hizo un llamado a la unidad para impedir que “las diferencias ideológicas minen la estabilidad democrática de nuestro país”.