Dos de los principales símbolos culturales de Francia, el Museo del Louvre y el Palacio de Versalles, fueron evacuados y cerrados este sábado 14 de octubre por razones de seguridad, en medio de un clima de tensión tras el asesinato de un profesor por un joven radical.
El Louvre, el museo más grande y visitado del mundo, recibió un mensaje escrito informando de un riesgo para el museo y sus visitantes, según un portavoz del centro cultural. Unas 15.000 personas fueron desalojadas del recinto, que alberga obras maestras como la Mona Lisa o la Venus de Milo.
Horas más tarde, el Palacio de Versalles, la antigua residencia real construida por Luis XIV, también fue evacuado tras recibir una amenaza de bomba en un mensaje anónimo enviado, según fuentes policiales. El palacio, que atrae a millones de turistas cada año, permanecerá cerrado por el resto de la jornada.
Estas medidas se producen un día después de que Francia elevara el nivel de alerta a «emergencia atentado», el más alto, que permite la movilización excepcional de medios, tras el brutal asesinato de un profesor en un colegio ubicado en Arrás, al norte del país.
El docente, identificado como Dominique Bernard, fue decapitado por un joven checheno de 18 años, llamado Mohamed M., que gritó «Alá es Grande» antes de ser abatido por la policía. El agresor había publicado en las redes sociales una foto del cadáver y un mensaje reivindicando su acción como una venganza por haber mostrado caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.
El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó el hecho de «terrorismo islamista» y anunció el despliegue de 7.000 militares en todo el territorio para proteger los lugares sensibles, especialmente los centros educativos y los lugares de culto.
Francia ha sido escenario de varios ataques yihadistas desde 2012, que han dejado más de 270 muertos y más de 1.200 heridos. Los años más sangrientos fueron 2015 y 2016, cuando se produjeron atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo, la sala Bataclan, el estadio nacional y varios cafés y restaurantes en París, así como contra un camión que arrolló a una multitud en Niza.
El país también vive con preocupación la escalada del conflicto entre Hamás e Israel, que ha provocado una ola de violencia en Oriente Medio y ha generado manifestaciones y tensiones entre las comunidades judía y musulmana en Francia.