Los palestinos batallan este sábado para huir de las zonas de Gaza que son impactadas por las fuerzas militares israelíes, al tiempo que hacen frente a una creciente crisis de agua.
Israel detuvo el flujo de recursos a la región previo a una anticipada ofensiva terrestre una semana después del sangriento ataque de Hamas contra Israel.
Israel renovó sus llamamientos en las redes sociales y en panfletos lanzados desde el aire para que los residentes de Gaza se trasladaran al sur, mientras Hamas instaba a la población a permanecer en sus hogares. La ONU y los grupos de ayuda han afirmado que un éxodo tan rápido causaría un sufrimiento humano incalculable a los pacientes hospitalizados, los ancianos y otras personas que no pudieran trasladarse.
La directiva de evacuación abarca un área de 1,1 millones de residentes, aproximadamente la mitad de la población del territorio. El ejército israelí dijo que “cientos de miles” de palestinos ya habían hecho caso a la advertencia y se habían dirigido al sur. Dijo que los palestinos podían viajar dentro de Gaza sin sufrir daños a lo largo de dos rutas principales desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde, hora local.
No estaba claro cuántos palestinos permanecían en el norte de Gaza el sábado por la tarde, dijo Juliette Touma, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. “Lo que sabemos es que cientos de miles de personas han huido. Y que un millón de personas han sido desplazadas en total en una semana”, dijo.
Familias en automóviles, camiones y carretas tiradas por burros se aglomeraban con sus pertenencias en una carretera principal que sale de la ciudad de Gaza, mientras los ataques aéreos israelíes seguían azotando el territorio de 40 kilómetros (25 millas) de largo, donde los suministros de alimentos, combustible y agua potable se estaban agotando debido al completo asedio israelí.