Los presidenciales larenses
Antonio Álamo
…A su hija Alicia Álamo Bartolomé
Diputado al Congreso Nacional por el estado Lara (1905-1909); Secretario de Gobierno del Estado Yaracuy (1909) y presidente de la Cámara de Diputados (1910-1911); Senador por el mismo estado (1918-1919); Vocal de la Corte Federal y de Casación (7 de junio de 1919) y presidente del Congreso (1920).>> posiciones que lo apuntalaron hacia la presidencia de la República, aunado a una actividad intelectual de rica bibliografía y le llevará a ocupar un «Sillón» en la Academia Nacional de la Historia, fundador del centro de Historia Larense y cronista de la ciudad de Barquisimeto donde mantuvo su columna del «Guaire al Morere» con una variedad de temas generales.
Había nacido en Barquisimeto, el 16 de noviembre de 1873 y hasta la fecha de su fallecimiento el día 5 de marzo de 1953 fue «Cronista de Barquisimeto«, recordado por el también cronista Ramón Querales, en su columna “Caminito que un día” “Barquisimeto en los recuerdos de Antonio Almao” la siguiente historia:
“En 1874 se enfrentaron en Barquisimeto el ejército del general Colina, opositor al gobierno y el de éste, comandado por el general Rafael Márquez. Ambos ejército usaban la bandera amarilla del Partido Liberal por lo que se ordenó que en las divisas se inscribiera la consigna “¡Viva el general Guzmán Blanco!” orden que se dio en Barquisimeto en enero de 1875, Guzmán Blanco pasó revista a su ejército, ya derrotado el de Colina, “a la cabeza del escuadrón de su mando se presentó el general [larense] Juan Salas, jinete en brioso zaino, luciendo en su aludo sombrero la cinta amarilla con esta inscripción:
«Viva el general Guzmán Blanco y su esposa doña Ana Teresa» lo que posiblemente influyó para que meses después Salas fuese designado diputado al Congreso Nacional.
Álamo, político exitoso si se suman las posiciones político/administrativas que desempeñará. Con esas credenciales el barquisimetano Antonio Álamo, fue postulado extrañamente, a la presidencia de la República, en los periódicos colombianos «Mundo al Día» (junio de 1928) y «El Norte» de Cúcuta (octubre 1 1928) Por supuesto que de ello conoció el general Juan Vicente Gómez diciéndole a Álamo — no se preocupe ni haga caso. Esos manejos los conozco, y lo conozco a usted también — Efectivamente, se trató de una intriga por lo demás delatada por la firma nada más y nada menos que del poeta Pío Tamayo a la fecha, preso en el Castillo «Libertador» 22 años después, el mismo Álamo cuentan la historia en su columna «Ruidos y Ruinas» (El Universal, diciembre de 1950 «La Mia Candidatura») dejando entrever de haber sido cierta aquella posibilidad y de seguidas su mensaje político…
“Supongamos que mi hubiera tocado ese premio gordo y que el general Gómez, quien podía morirse en cualquier época hubiese fallecido entonces. Antes que todo yo habría observado la realidad venezolana y dicho a mis compatriotas…:
«Aquí estoy por la casualidad resuelto a hacer buen gobierno. Los que así Los quieran puedes acercarse aunque tengan ideologías distintas con tal que se las respeten mutuamente. Se puede hacer bastante corrigiendo y organizando. Los que se sientan dispuestos a estas labores vénganse a mi lado, estén ahora dentro o fuera del país, en las cárceles o en los escondites. Los que sirven para mandar, gobernaran y los otros trabajarán en sus profesiones y oficios seguros que tendrán garantías. Ofrezco sólo lo que puedo hacer pórtate ya estarán ustedes de Villas en Castillos. La empresa, así atendida, no es del otro mundo, y para realizarla no se requiere genio, sino sentido común. Porque en fin de fines de lo que se trata no es de prometer sino de hacer. Todavía más, no será tanto hacer sino no hacer. No hacer lo que han hecho otros. Ensayemos tan sencillo programa y si no resulta me tumban»
Sabio discurso, de un hombre responsable de entender la política en búsqueda del bien común, y a la Historia Voy, Victoriosa o vencida
Jorge Ramos Guerra