La zafra de caña de azúcar de este año ha crecido, por lo que estiman producir 70 mil toneladas de caña de azúcar por hectárea, ya que con esfuerzo propio pretenden duplicar la producción por hectárea. Afirmo el presidente Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), José Ricardo Álvarez.
Aseguró que han tenido un crecimiento, fundamentalmente, vertical donde los productores han podido atender mejor sus cañas, precisó.
Admite que, a pesar de los problemas que tiene el sector, como el diésel y de financiamientos, el crecimiento del rubro ha sido “a pulmón propio”, es decir, con los recursos de los productores, “sin ayuda de los entes gubernamentales”.
En una entrevista para Fedecámaras Radio, mencionó que necesitan de más recursos para tener un mayor crecimiento y mejorar la producción, “aun así la meta es lograr duplicar las toneladas por hectáreas”.
Álvarez destacó que este año ha sido bastante bueno, no solamente comparado con el año 2022, sino con los tres años anteriores, dijo que han venido creciendo y de la zafra 2022 a la 2023 han crecido entre 23% y 25% y se puede considerar que ha sido una zafra exitosa, accidentada por los problemas que conocemos y tenemos todos los venezolanos en el país, pero ya una vez terminada se puede calificar como exitosa y los cañicultores están muy satisfechos con los resultados.
Comentó Álvarez que uno de los graves problemas que han enfrentado loa cañicultores, han sido las dificultades para obtener el diésel, señalando que para el mes de noviembre deberían estar comenzando con la zafra del 2024 y existe preocupación en el sector con el problema de combustible.
Recuerda que en los centrales se utiliza el tiempo cuando no hay zafra y que se denomina “tiempo muerto”, para el refinado del azúcar cruda por los centrales, manteniendo así las fuentes de empleo, por eso es que siempre se recomienda importar el azúcar crudo, señalando que esto requiere grandes cantidades de litros de gasoil y lamentablemente no ha fluido con la eficiencia que debería y esto les entorpece, les retrasa, les hace más ineficiente le proceso, señalando que hasta esta zafra de 2023 se han sorteado los obstáculos.
Álvarez repitió que, el otro obstáculo fundamental es poder tener acceso al financiamiento, afirmando que el crecimiento que ha registrado la cañicultura hasta ahora ha sido a “pulmón propio”, de tal manera que ojalá se pueda resolver el problema del diésel, que fluya más, que fuese más confiable su oferta, con lo cual se podría seguir aumentando la producción, dijo el presidente de Fesoca.