A pesar que la gobernación de Lara, por medio de Invilara, asfalta en Carora un tramo de la avenida Lisímaco Gutiérrez que da acceso al hospital, representa una mínima obra de repavimentación ante la magnitud que reviste el deterioro de un 90% de las calles de la capital torrense, las cuales no reciben mantenimiento desde hace décadas.
Caroreños que se comunican con Elimpulso.com, si bien reconocen la voluntad del gobernador en este plan de asfaltado, le hacen saber que es prácticamente toda Carora que necesita el arreglo de su vialidad, hoy más que nunca.
Por los momentos se colocan 1.300 toneladas en el tramo de la avenida Lisímaco Gutiérrez entre avenida “Aeropuerto” y la entrada del hospital, unos 600 metros lineales, indicó el prefecto Elvis Méndez.
Por su parte, el alcalde de Torres, Javier Oropeza, ha manifestado dificultad económica para asfaltar la ciudad, aunque a principios de este año utilizó un presupuesto y colocó la capa de rodamiento que requería la calle Lídice, entre los sectores Barrio Nuevo y Pueblo Aparte.
Dicha calle había quedado destruida en su totalidad luego de trabajos de reparación de tuberías ejecutados por Hidrolara.
Hay sectores críticos con calles en mal estado que necesitan atención prioritaria, como parte alta de la calle Lara, frente a Fundalara; avenida Fuerzas Armadas, que conduce al Aeropuerto; calle Contreras, calle Guzmán Blanco, detrás del Palacio de Justicia; calle Carabobo, calle Fe y Alegría, calle Vargas y calle Isaías Ávila, entrada a Calicanto, entre otras.