Los presidenciales larenses
José Gil Fortoul
El autor de «La historia constitucional de Venezuela» y otros textos de toda una vida, dedicada al estudio de las disciplinas jurídicas, filosóficas, políticas, en el servicio diplomático, senador y ministro, sería el primer Presidente venezolano nacido en Barquisimeto, el 29 de noviembre de 1861. Disciplinas que llevaba en su sangre por su padre José Espíritu Gil, jurista, juez, abogado litigante, diputado a la célebre Convención de Valencia (1858) gobernador de Barquisimeto y coronel en cuya condición, se enfrentaría al nepotismo de los generales José Tadeo y José Gregorio Monagas, preso y exiliado, con lo que es mucho decir, a la vista de primogénito que le seguiría los pasos, a través de una experiencia en el poder como pocos. Al ¿cómo se forjó esa monumental formación intelectual? Nos responde su biógrafa Lucía Raynero… lo que influiría en su pensamiento metodológico para escribir su Historia Constitucional de Venezuela, ejercer la representación nacional en Europa como cónsul, Embajador, Ministro Plenipotenciario en tiempos del auge petrolero y dos guerras mundiales, además de ello, influir con sus ideas en el sistema judicial y educativo del país. Sobre éste último particular, Gil Fortoul se propuso una reforma educativa y señalaba: Con tan vasta capacidad Gil Fortoul, conoció y convivió en la maraña de los hilos del poder y en ejercicio de la presidencia del Consejo de gobierno, ocuparía la presidencia interina de Venezuela, el 4 de agosto de 1913. Llevándose a decir, que era el «Presidente del Presidente» y por sus largos años fuera del país se le fue modificando su criollo dialecto (hablaba francés, inglés, italiano y alemán) llamándolo «musiú» con lo cual, fue el primer barquisimetano que ejerció la Presidencia de la República, que no perturbó su vida familiar. Vivió en una casa arrendada sosteniendo que «mientras sea Presidente no aceptó que el gobierno gaste un centavo en darme una casa que no necesito»
Lo importante en destacar, es que Gil Fortoul, por mucho tiempo escribió artículos relacionados con sus ideas educativas, en «El Cojo Ilustrado» para asegurar el cumplimiento del célebre decreto, que dispuso la «gratuidad y obligatoriedad» de la educación venezolana, dictado por el Presidente Guzmán Blanco en 1870 y mejor oportunidad no pudo ser, su condición de presidente del Congreso, ministro de Educación y Presidente de la República entre 1912 y 1914, que le permitiera desarrollar el primer «Código de Instrucción Pública», redactado por el mismo. Su Memoria y Cuenta nos habla de la pobreza educativa. De 52.000 estudiantes de primaria, apenas unos 32.000 asisten a clase, proponiéndose, al decir de su biógrafo Tomás Polanco Alcántara, la «difusión de la enseñanza, la oferta de escuelas, la calidad de los maestros, el uso de la educación física la técnica del trabajo manual, la higiene escolar y sus edificaciones» y por decreto presidencial suyo, la Escuela Federal de Agricultura, Cría y Veterinaria, la educación femenina, todo obstaculizado entre otras cosas, por ser considerado ideas «exóticas» que molestaban la «Institucionalidad de la República«. Con tan ambicioso programa, fue llamado «Gobernante Educador» que de habérsele permitido mayor tiempo en su presidencia, no hubiésemos tenido que esperar la muerte de Juan Vicente Gómez, para llegar al siglo XX, con 35 años de retraso, a juicio del humanista Mariano Picón Salas.
Se le ha atribuido, a cierta élite intelectual de la generación de Gil Fortoul, que rodearon los 27 años de la dictadura de Juan Vicente Gómez, como sus sostenedores, de lo que no nos cabe duda, por el prestigio de muchos de ellos, en el manejo político económico y petrolero, en la crisis de ésas primeras décadas de siglo XX. Ahora, ¿hasta dónde José Gil Fortoul trató de otros asuntos con Gómez lo ignoramos? pero lo que no se puede tapar en primer lugar, son sus aportes históricos, para conocer la lucha entre lo que llamaría la «Oligarquía Conservadora» y la «Oligarquía Liberal«. Luego, sus renovadoras propuestas en materia judicial y educación como se ha señalado y un tercer aspecto sería, una política venezolana pacifista, en medio de conflictos e intereses económicos internacionales… y a la Historia voy Victoriosa o vencida…
Jorge Ramos Guerra