El operativo cacique Guaicaipuro, llevado a cabo para tomar la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua, dejó al descubierto que el alto gobierno trata de ocultar complicidad de funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios con las mafias que operan en las cárceles del país.
Al expresar su denuncia, el doctor Guillermo Palacios, diputado de la Asamblea Nacional del 2015, formula la interrogante siguiente: ¿Cómo pueden hacer pretender que un organismo encargado del control de las cárceles, para resguardar la integridad de los reclusos y tratar que éstos paguen las penas por los delitos cometidos, no sabía que en Tocorón había piscina, gallera, campo de béisbol, locales comerciales, parque infantil, viviendas particulares, banco, televisión por cable, discoteca y hasta una estación de radio a través de la cual eran transmitidas las “cuñas” anunciando las rumbas que se montaban los fines de semana, no sólo para los presos y sus familiares, sino para el público en general?
¿No sabían que los pranes tenían sus propias habitaciones, disponían de delincuentes fuertemente armados para su protección y operaciones e impedían que los guardias nacionales hicieran requisas dentro del penal?
¿No sabían tampoco que existía un túnel por donde podían entrar y salir los antisociales cuando quisieran y a la hora que se les ocurriera?
Todo eso venía ocurriendo desde hacía mucho tiempo y la gente lo sabía en la calle, prosiguió diciendo el doctor Palacios. Incluso, en el exterior se sabía que Tocorón era un resort para los delincuentes en Venezuela y que éstos operaban no sólo desde la cárcel, donde tenían todos los servicios, sino que tenían ramificaciones en Colombia, Perú y Chile.
La responsabilidad de todo lo que ocurría – y ha ocurrido—en las cárceles venezolanas es responsabilidad del Ministerio de Servicios Penitenciarios, cuya titularidad estuvo a cargo de la hoy diputada Iris Valera, quien asumió esas funciones desde el 2011 hasta que volvió a la Asamblea Nacional ilegítima
Pero, también es responsabilidad de la Guardia Nacional y, por supuesto, del Ministerio de la Defensa que no pueden prescindir de sus funciones como guardianes de las cárceles y de la seguridad.
Hay que recordar que la entonces ministra Valera ofreció en Maracaibo, cuando fue colocada la primera piedra de la cárcel del municipio San Francisco, que se harían 24 penales para descongestionar los centros penitenciarios que tenían problemas de hacinamiento. Se comenzaron los trabajos en el 2013 y no se concluyeron, pero tampoco fueron hechas las cárceles prometidas; pero, si se dispuso del dinero, cuyo destino nunca fue investigado.
Hoy los presos siguen hacinados, los pranes tienen control de todas las cárceles y el gobierno no se ha preocupado por investigar a los funcionarios que han tenido responsabilidades donde la delincuencia hace y deshace.
La política penitenciaria ha sido un fracaso porque se ha impuesto la complicidad, la corrupción y la impunidad, afirmó el doctor Palacios. Y es por ello que las masacres que se han sucedido en los penales no fueron investigadas como debieron ser, las armas de fuego, incluyendo granadas, siguen entrando en las cárceles y se mantiene un silencio sobre dónde se encuentra el Niño Guerrero, quien era el principal cabecilla de Tocorón. Debe estar riendo a carcajadas de la forma cómo abandonó esa cárcel antes que llegaran los 11 mil funcionarios militares y policiales que tomaron ese penal.
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