Nicolás Maduro exhortó el lunes al mandatario guyanés Irfaan Ali a «no dejarse llevar» por los intereses de las empresas petroleras internacionales, y dijo estar listo para que ambos se reúnan a fin de retomar las negociaciones en torno al territorio Esequibo.
En su programa semanal de radio y televisión, Maduro señaló: “Estoy listo para reunirme con usted muy pronto en el lugar del Caribe que elijamos, para dialogar en el marco del Acuerdo de Ginebra, retomar las negociaciones de paz y que cesen estas amenazas, y que cesen estas ilegalidades. A través del diálogo resolverlo, a través de la diplomacia”.
Durante su intervención en la pasada Asamblea General de las Naciones Unidas, Ali expresó que Venezuela debe cumplir con su obligación bajo la carta de la ONU de respetar el estado de derecho.
“Es triste que 57 años después de la independencia de Guyana sigamos amenazados», añadió.
Por su parte, Maduro insistió que Ali no debe dejarse llevar por el “camino equivocado”, resaltando que “jamás Venezuela ha amenazado ni amenazará al pueblo de Guyana”.
Maduro también le recordó a su colega guyanés que Venezuela considera a Guyana “un pueblo hermano” al que “bastante hemos ayudado” en su momento mediante Petrocaribe, un acuerdo de cooperación energética creado por el ahora fallecido presidente Hugo Chávez en 2005, mediante el cual Caracas suministraba crudo y derivados a países de Centroamérica y el Caribe a precios y condiciones preferenciales.
Venezuela y Guyana se disputan el denominado Esequibo, un territorio de unos 159.500 kilómetros cuadrados que los venezolanos reclaman como suyo desde 1897, puesto que esa región estaba bajo su jurisdicción durante la colonia española. Maduro ha declarado que son ilegales las concesiones petroleras realizadas por Georgetown en áreas marítimas frente al Esequibo.
Venezuela sostiene que Guyana no tiene jurisdicción para otorgar concesiones petroleras en áreas marítimas aún sin delimitar.
En 2016, el ahora ex secretario general de la ONU Ban Ki-moon reforzó el proceso de buenos oficios, que se remontaba a 1990, y advirtió entonces que si para finales de 2017 no se daba un avance importante en el caso del Esequibo, debería llevarse ante la Corte Internacional de Justicia. Ese día finalmente llegó.
Sin embargo, Venezuela mantiene su posición de no reconocer a la CIJ como medio de resolución de la disputa territorial.
Cabe resaltar que la administración de Maduro dice que desde 1840 Gran Bretaña “forjó mapas y montó una estratagema para perpetrar el fraudulento arbitraje” de un tribunal internacional en 1899, que mediante un laudo arbitral trazó la frontera entre los dos países, favoreciendo principalmente a la antigua potencia colonial británica.
En 1966, apenas meses antes de la independencia de Guyana, Londres suscribió el Acuerdo de Ginebra y reconoció el reclamo de Venezuela, abriendo la posibilidad de encontrar un arreglo diplomático y satisfactorio para las partes.
En abril, el máximo tribunal de las Naciones Unidas emitió una sentencia contra Venezuela al rechazar la excepción preliminar presentada por las autoridades venezolanas y se declaró competente para seguir con el caso.
Desde 2015 Venezuela y Guyana han enfrentado fricciones repetidamente a consecuencia de las exploraciones petroleras que realiza una subsidiaria de la estadounidense Exxon Mobil —por decisión de Georgetown— en parte del área en disputa.
Maduro ha exhortado repetidamente al secretario general de la ONU, António Guterres, a que renueve sus buenos oficios para reactivar el diálogo bilateral.