Max Verstappen sorteó una caótica primera vuelta y terminó paseándose este domingo a la victoria en el Gran Premio de Japón, cada vez más cerca de conquistar su tercer campeonato seguido en la Fórmula Uno.
Después de quedar fuera del podio la semana pasada en Singapur, el piloto neerlandés de Red Bull salió desde la pole y dominó fácilmente para conseguir su 13ra victoria de la temporada.
Gracias a la victoria de Verstappen, Red Bull aseguró el título de constructores — el sexto de su historia y el segundo consecutivo. Lo lograron con seis carreras de anticipación y pese a que el mexicano Sergio Pérez, el otro piloto del equipo, no pudo completar la competencia tras una serie de incidentes.
“Estamos teniendo un año increíble y estoy muy orgulloso de todos”, dijo Verstappen. “Todos pueden sentirse orgullosos aquí en la pista y en la fábrica. Han construido un auto que es un cohete”.
Verstappen fue escoltado por los dos pilotos de McLaren. El británico Lando Norris fue segundo, 19,4 segundos por detrás. El novato australiano Oscar Piastri entró tercero y consiguió su primer podio en la F1.
Tras añadir el punto de bonificación por la vuelta más rápida, Verstappen aumentó su ventaja sobre su compañero Pérez a 177 puntos. Podría llevarse su tercer título seguido en el Gran Premio de Qatar, el 9 de octubre.
Verstappen vio interrumpida su racha de 10 victorias en el circuito callejero de Marina Bay en Singapur, y llegó a Japón decidido a terminar primero. Antes de la carrera del domingo lideró todos los entrenamientos en el rápido circuito de Suzuka, donde se llevó el campeonato el año pasado en una jornada abreviada por la lluvia.
Las condiciones del domingo eran ideales, y Verstappen lo aprovechó al máximo.
La carrera tuvo un inicio emocionante en el que Verstappen, Piastri y Norris se pusieron rueda con rueda, pero el piloto de Red Bull mantuvo la ventaja en las dos primeras curvas.
“El único momento tenso fue la salida», dijo Verstappen. «Más allá de eso fue una carrera muy tranquila”.