El denominado operativo gran cacique Guaicaipuro que se efectuó en Tocorón, fue la respuesta que dio el gobierno a los reclamos de las autoridades de Colombia, Perú y Chile, que no han tenido respuesta a sus pedidos de cooperación para combatir a los delincuentes del Tren de Aragua, que están cometiendo asesinatos y otros delios en esos países.
Así lo considera el doctor Miguel Soto, abogado constitucionalista, quien dijo que el resultado final alcanzado no fue más que un show mediático para los mencionados países.
Porque el gobierno dio a conocer que habían sido movilizados 11 mil funcionarios, entre militares y policiales, para intervenir la cárcel aragüeña; pero una vez más se demostró la inoperancia, la ineficiencia y la torpeza de las autoridades porque ni siquiera tomaron la medida de cercar el penal, para impedir que los antisociales salieran, antes del operativo, y se pusieran a salvo.
Como existe tanta complicidad entre funcionarios y delincuentes recluidos de Tocorón, indudablemente, tuvieron éstos la información de que se iba a efectuar un operativo.
Ante las cámaras de televisión parecía sorprendido el ministro Remigio Ceballos de que dentro de Tocorón hubiera un zoológico, una ranchería y toda una situación irregular.
Pero, es que desde hace mucho tiempo toda la población venezolana sabía que en Tocorón los integrantes de la banda Tren de Aragua tenían de todo para su disfrute: un campo de juego de pelota, una gallera, una discoteca en la que no sólo participaban ellos y sus parejas, sino también todo el que quería pasar dos o tres días en una rumba con licor y otras cosas que se le ofrecieran.
No nos pueden salir ahora los funcionarios del gobierno nacional con que no sabían que esa cárcel era un lugar de placeres para reclusos, familiares, amigos y particulares, pues lo saben en todas partes, porque hace tiempo han venido circulando los videos de las parrandas que se forman en esa cárcel.
Queda en ridículo el propio representante del poder Ejecutivo cuando dice que fue un éxito el operativo, y nos preguntamos: ¿el éxito no fue el de los cabecillas del Tren de Aragua que salieron en libertad antes que llegaran los 11 mil funcionarios y ahora deben estar disfrutando del dinero mal habido en otras partes?, concluyó sus declaraciones el doctor Soto.
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