Luis Rubiales, expresidente de la Federación Española de Fútbol, negó haber cometido delito alguno en su declaración el viernes ante un juez que investiga su beso en los labios a una futbolista tras la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, dijo la fiscalía.
El juez Francisco de Jorge ordenó a principios de semana que Rubiales debía responder a sus preguntas en la Audiencia Nacional.
Rubiales besó a la delantera Jenni Hermoso en los labios durante la ceremonia de entrega de medallas, luego de que España derrotase a Inglaterra en la final de la Copa del Mundo femenina el 20 de agosto en Sídney. Él dijo que fue consentido, algo que la futbolista del Pachuca mexicano ha negado en repetidas ocasiones.
La fiscalía acusó formalmente a Rubiales la semana pasada de un supuesto delito de agresión sexual y de coacciones. Según Hermoso, el entonces máximo responsable del fútbol español la presionó para hablase en su defensa inmediatamente después de que estalló el escándalo.
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De acuerdo con la fiscalía, Rubiales negó ambas acusaciones al responder a las preguntas del magistrado durante una vista de una hora celebrada a puerta cerrada.
Ni el expresidente de la RFEF ni su abogada, Olga Tubau, hablaron con los reporteros que esperaban fuera de la Audiencia Nacional.
La abogada de Hermoso, Carla Vall i Duran, dijo estar satisfecha con la vista.
“Podemos seguir sosteniendo que fue un beso no consentido, que es lo que se ha dicho desde el primer momento”, afirmó la letrada. “Gracias a ese vídeo (del beso), todo el mundo, todo el país, ha podido observar como no existía ningún tipo de consentimiento. Y es lo que vamos a demostrar también dentro de sala”.
La fiscalía pidió al juez que estudie imponer una orden de alejamiento que prohíba a Rubiales acercarse a menos de 500 metros (yardas) de Hermoso y ponerse en contacto con ella, además de la obligación de que presentarse en un juzgado cada 15 días para evitar el riesgo de fuga. El magistrado tendrá que decidir si aplica estas medidas.
Rubiales anunció el domingo su renuncia a la presidencia de la RFEF. La FIFA, el órgano rector del fútbol mundial, lo había suspendido ya provisionalmente de sus funciones.
De Jorge es el encargado de instruir el caso contra Rubiales y después decidirá si debe ir a juicio.
De acuerdo con una ley aprobada el año pasado que incluye la figura del consentimiento sexual, si se le declara culpable, Rubiales podría enfrentar una multa o una pena de prisión de uno a cuatro años. La legislación eliminó la diferenciación entre “acoso sexual” y “agresión sexual” para sancionar cualquier acto sexual no consentido.