En los inicios de la radio en el país en mayo de 1926 la población se volcó en torno al novedoso medio de comunicación pese a sus elevados precios que llegaban a los Bs. 500,00. Mientras que el salario de un trabajador era de apenas 100 bolívares mensuales. Los aparatos receptores no estaban al alcance de la población de menos recursos económicos.
La gente de menos recursos económicos se las ingeniaba para escucharla mediante los artesanales radios de galena, llamadas la radio de los pobres, un mineral que en Barquisimeto abundaban en el sector de Cerro Gordo.
Con todo, se convierte en un medio popular por su inmediatez, inespacialidad y poder de penetración. Ello pese al lamentable infrauso de sus recursos.
Pero de inmediato se impone su condición de medio de servicio público con sus diversos mensajes en un país rural lejos de la modernización que le niega la dictadura gomecista. La población la usa para la difusión de diversos mensajes para cubrir al instante las largas distancias
En sociedades como la venezolana donde imperaba el analfabetismo se convierte en un difusor de lo publicado en los periódicos. En paralelo la radio ha sido el medio de comunicación más enraizado en los sectores populares antes que el periódico y la televisión en el marco del fenómeno del analfabetismo. Es lo que abrió el camino al radioperiodismo cuando los diarios se leían íntegramente ante los micrófonos en lo que conocemos como periodismo reflejo por la radio.
Es el molde más desarrollado en Venezuela desde 1926 cuando llega la radio el 23 de mayo con AYRE en Caracas. Y luego en 1935 en Barquisimeto con la Voz de Lara para continuar en 1938 con Radio Barquisimeto hasta la actualidad con las estaciones FM y un sistema radial que asume la tecnología digital por enlace y no plenamente como viene ocurriendo en Europa con Inglaterra a la cabeza.
Tras la muerte del dictador Juan Vicente Gómez se produce una especie de destape por los medios de comunicación social, entre estos la radio. Luego de 27 años de censura el pueblo tenía la posibilidad de expresarse sin cortapisas.
Entonces se registra la experiencia más emblemática de esa época. Se trata de El espejo de la Ciudad realizado por el periodista Alberto Ravel en que hacía periodismo de denuncia y crítica social. Igualmente Noti Rumbos y Radio Reloj Continente luego del derrocamiento de la dictadura perezjimenista en enero de 1958. Sus locutores y periodistas se llenaban de tierra con aquellas campañas a favor de personas o comunidades necesitadas por la ausencia gubernamental.
En la radiodifusión larense prosigue ese papel por medio de las ondas hertzianas. En los hogares es un elemento de socialización y diversión al reunirse la familia alrededor del receptor en la sala de la casa. Su música servía para bailar principalmente los fines de semana.
Por Radiodifusora Occidental Víctor Paiva hace un espacio en el cual daba amplia cabida al clamor reivindicativo de las comunidades más la valiente denuncia, el comentario y la opinión.. La radiodifusora Ligia Villanueva lo recordaba como un ejemplo de la radio social identificada con el colectivo. Antenas al campo
En Carora la radio Carora, fundada en junio de 1948 por la familia González, emitía el espacio El Ordeño dirigido al campesinado. Por su conducto los oyentes enviaban recados y disfrutaban de la música mientras se dedicaban a las faenas agropecuarias. Su director Carlos González nos reveló en 1992 que también fue un espacio informativo por la amplia emisión de noticias.
Uno de los programas más populares en la década de 1960 fue Radio Lara Complace con el locutor Hugo José Pernal. Las cartas le llegaban de a montón, Pernal lo hacía con su peculiar locución que incluía la frase: “Listo para la parrilla”. A Pernal le faltaba tiempo para complacer a los escuchas que le remitían cartas.
El periodista Rafael Palacio López puso en antena los espacios Notidial y Punto y Aparte de corte informativo y opinión. Fue el canal a través del cual los vecinos de la ciudad exponían sus problemas a lo largo de más de 25 años por Radio Barquisimeto.
El también periodista José Indave Meléndez nos decía que con las cartas que los oyentes enviaban al noticiero Transistor 610 de Cristal se podía hacer completo el mismo. El noticiario dirigido por Rafael Montes de Oca Martínez fue un receptor de los problemas de la población larense.
Si se calla el Cantor de Orlando Fernández Medina es otra alentadora experiencia de este tipo por la amplia cabida que ha dado a lo largo de más de 40 años al sentir popular. Es el espacio de opinión más antiguo de la radio larense a través de Cristal 610 AM. En una ocasión realizó una loable campaña a favor de la obtención del tensiómetro para el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda.
En los años 80 aparecieron los espacios vecinales más especializados que se convirtieron en una válvula de escape para el reclamo popular. El espacio pionero fue Voz Vecinal con la periodista Élita Rodríguez junto a Ramón Camacaro Petit por los micrófonos de Radio Universo.
Otro espacio de este tipo es El Correo de los Barrios con el locutor Anuar J. Mogollón junto a Ángel Jiménez a través de Universo en la década de 1970 muy escuchado en los sectores populares. La censura llevó a su cierre.
Por Mundial Tricolor aquellas campañas sociales algunas veces en función de una obra social o para recabar medicinas y alimentos. Se recuerda entre estas campañas la dedicada a lograr recursos para el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga cuando la emisora la dirigía Carlos Argenis Lugo. También las jornadas sociales del recordado Ramón Enrique “Juancito Candela” Jiménez en su espacio de la madrugada.
Es necesario destacar que en las 5 emisoras de los hermanos Amílcar y Rafael Ángel Segura, concentradas en el Palacio Radial, hubo una amplia libertad de expresión. La gente se manifestaba por sus micrófonos sin cortapisa alguna. Incluso las protestas callejeras concluían frente a su edificio en la avenida 20 entre 40 y 41. Se trata de un hecho único en la radiodifusión venezolana.
En esos tiempos de la tecnología analógica la gente se comunicaba con la radio por medio de cartas y el teléfono más su visita a los estudios. Un panorama que cambia radicalmente a partir de la década de 1990 cuando arriba la tecnología de punta. Su presencia ahora es poca en las emisoras.
Ese loable papel de la radio persiste actualmente. Solo que ahora la gente se comunica por las redes sociales, entre éstas la mensajería de texto. La otra forma de la radio de intermediación en el siglo XXI con la tecnología digital. Hoy la programación se nutre con lo que circula en las redes a lo que el investigador peruano Antonio López Vígil denomina la “redio”.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11
