El doctor Nelson Valera, quien desarrolló una larga carrera diplomática en varios países y se desempeñó como funcionario en la embajada de Venezuela en China, calificó de “insustancial” la visita del presidente Nicolás Maduro a ese país, donde, al final de su periplo, fue recibido por su colega Xi Jinping.
Acerca de los resultados obtenidos, explica el experto en diplomacia, hay que tomar en cuenta algunos aspectos, para determinar si fue o no importante para nuestro país.
Todo indica que al presidente venezolano lo recibieron por fin, después de estar recorriendo varias provincias, en un salón del palacio presidencial en lo que puede considerarse un gesto de cortesía para el representante oficial de un país amigo, más no de un invitado del gobierno asiático.
Aunque no se produjo una información oficial del objetivo del viaje de Maduro a China, dada la precaria situación económica del país, el presidente venezolano se fue hasta allá en busca de financiamiento.
Entre China y Venezuela hay una multitud de acuerdos de todo tipo y lo demás que se hace son complementarios, pero en cada ocasión le colocan nombres y, así continuamente, cada vez que se suscriben esos convenios.
Muchas veces, en el campo diplomático, se estila hacer diligencias intensas para que un mandatario sea recibido por el de una potencia y, generalmente, se persiste hasta lograrlo.
Los gobiernos no se pueden negar a recibir a un presidente y, en este caso, yo no le doy mayor importancia a la visita que ha hecho Maduro a la China.
Es posible que estén cansados de tantas visitas –esta es la quinta—de Maduro a China, para buscar solidaridad política y acuerdos económicos, tras una serie de créditos aprobados para un país que se encuentra en una prolongada crisis económica, que lo tiene prácticamente en postración.
Aunque no hay información oficial sobre el objetivo concreto de la visita de Maduro a China, dada la situación precaria de Venezuela, el presidente anda buscando financiamiento económico.
Generalmente, cuando un mandatario es invitado a visitar un país, es recibido en el aeropuerto por su colega o, en su defecto, por el canciller o un ministro designado con alta investidura para la ocasión.
Dado el hecho de que el presidente venezolano estuvo recorriendo varias provincias, ha debido hacer gestiones ante la cancillería y otras instancias cercanas a la presidencia de China, para que Xi lo recibiera en su palacio.
Con el gobierno chino se han firmado numerosos acuerdos, pero permanecen más en secreto que ante el escrutinio público venezolano. En esta ocasión no se le puede dar ninguna importancia a lo que se haya firmado, si es que hubo firmas.
En cuanto a la posible solicitud de nuevos créditos, no es fácil que los chinos accedan a las peticiones del gobierno venezolano porque la deuda contraída hasta ahora es muy grande, y Venezuela no tiene capacidad de pago.
Los chinos se caracterizan por algo y lo digo porque viví en China. A ellos les encanta amasar dinero. Antes amasaban oro y hasta plata. Billetes no quieren. Pero, quieren, sobre todo, seguridad de pago.
Esa seguridad de pago, ni siquiera con el petróleo lo puede garantizar Venezuela, enfatizó el doctor Valera. Por lo tanto, los chinos han debido ser muy cautelosos en esa relación de acuerdos para conceder dinero.
Hasta ahora, pese a las dificultades económicas de Venezuela, los chinos han recibido pagos por concepto de la deuda, sin embargo tienen aprehensión.
Hasta hace unos pocos años existía un fondo, pero, ahora, ¿qué tiene Venezuela para ofrecer garantías? Es posible que alguna materia prima. No existe por lo visto algo sustancial que ofrecer a cambio de dinero.
Y si Maduro fue a China para que colocaran a un venezolano en un viaje a la Luna, parece una fantasía.
En este aspecto no voy a hablar de lo que puede pasar con China, pero sí voy a referirme a la ya desaparecida Unión Soviética, relató. Yo estaba en Moscú cuando fue enviado el primer hombre al espacio, quien dio varias vueltas, y eso causó un revuelo mundial. Felicité a varios funcionarios soviéticos, como resultado de esas relaciones que se hacen desde la embajada. Y esta fue la fría respuesta: Eso está muy bien, pero queremos comer aquí, en la tierra.
Que la China lleve a un venezolano a la Luna no tiene ninguna importancia para ellos y para nosotros, tampoco tiene ningún beneficio. Se ve que ese anuncio es muy rebuscado, como tratar de promocionar una imagen que no existe.
Y vamos a esperar qué va a decir Maduro a su regreso del paseo que él y su comitiva hicieron a China.
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