Culturalia 471 de Barquisimeto #14Sep

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Antes y después de 1552 hay signos de la presencia cultural y artística del hombre en este pedazo de tierra americana. Si bien no son el testimonio de una adelantada civilización, con amplios conocimientos sobre diversos quehaceres, confirman que avanzaban hacia estadios superiores.

El nativo interactúa con el entorno para modificarlo levemente. Así hacía cultura general diferente al arte, cuya esencia es la estética que cultiva de manera lenta, explicable por el estadio humano en que se encontraba en comparación con el europeo que había llegado al Renacimiento. 

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Aquel mundo prehispánico ya había generado bienes y valores materiales y espirituales. Estaba en marcha un proceso cultural a partir de lo concreto en contacto permanente del nativo con la naturaleza, específicamente la Tierra. Entonces se hacen presentes las artes visuales y  la música.

En ese  ancho e  impoluto territorio predomina la cerámica de una evidente calidad artística por su elaborado estilo. Creaciones que al decir de Willy Aranguren presentaban rasgos de equilibrio y armonía equiparable a creaciones modernas o contemporáneas. 

También la música, cantos y danzas de carácter ritual con el acompañamiento de los instrumentos, entre otros, de maracas, guaruras, chirimias y botuto fabricados de manera simple sin mayores complejidades propio del folclore. 

Es el primer eslabón de esa cadena cultural ligada por el espíritu transformador del indio dedicado a la caza, pesca y agricultura para su sobrevivencia. 

Por lo menos seis etnias indígenas poblaban los eriales espacios en las riberas del río turbio, a saber: Jiraharas, caquetíos, ayamanes, gayoners, arawas y ajaguas. Cada una tenía su propio cuerpo cultural definido por su transformadora relación con la naturaleza. Las mismas convivían en unos 170 kilómetros cuadrados del frondoso valle atravesado por el río Turbio. 

Cultura mestiza

Ruinas de Buria

Hacia 1552 se registra la fundación de la urbe por el conquistador Juan de Villegas tras enterarse de labios del Damián del Barrio  que en la zona de Buría había oro. La nombró Nueva Segovia de Buría para luego cambiar a Barquisimeto.

En la fundación son 116 los habitantes de los cuales 80 son negros que dará forma inmediata al proceso de mestizaje biológico, étnico y cultural, precisamente lo que somos, según el Libertador Simón Bolívar en la Carta de Jamaica en octubre de 1815.

La ciudad  convertida en la sede de una élite, con Juan de Villegas a la cabeza, para la consumación de un conjunto de quehaceres. De entre estos los culturales más los religiosos, políticos, económicos que conforman la historia pasada moldeada con violencia.

Es un tiempo durante el cual predomina la cultura del trabajo por esclavos negros  e indígenas destinados a las duras labores de extracción del oro de la mina de Buría que se agotan rápidamente. Por ello no es casual la aplicación de la figura de la encomienda por el fundador Juan de Villegas para sacarle mejor provecho a la mano de obra esclava. 

En sus cinco asientos desde 1552 el arte que más destaca es el de la arquitectura con la construcción de iglesias de estilo barroco traído por el español y que aquí es reinventado  según la realidad existente, según lo señala el brasileño  Darcy Ribeiro.  

Los materiales utilizados son el adobe de barro, cal, piedra y paja como lo evidencia el templo de Buría. Estilísticamente se trata de un barroco discreto sin recargos decorativos. Es  el modelo de construcción que impone el español cuando se instala en esas tierras ubicadas a unos 50 kilómetros en el actual municipio Simón Planas al este del actual Barquisimeto.

Igual ocurre con el diseño de la nomenclatura  de la urbe con el uso de la cuadrícula  procedente de la península ibérica. La misma se quedó para siempre desde el quinto asiento que crece lentamente hasta el principio de la década de 1960 cuando llegaba a la calle 62 o avenida Rotaria. 

El español incorpora los bailes de salón y el flamenco. Igualmente pinturas finas importadas de España para adornar las casas, espejos, reloj, escaparates y camas  de hierro, según lo registra la historiadora Mercedes Álvarez F. 

De acuerdo con Francisco Cañizales Verde, la institución político-administrativa del municipio venezolano nace en Barquisimeto en lo constituye una expresión de la cultura política del debate en su seno. La capital larense fue la sede de la primera reunión de alcaldes del país el 29 de abril de 1552. 

Son los hechos políticos, militares y religiosos que dominan el momento histórico que a la vez generan las expresiones culturales de aquella naciente ciudad. Una entidad marcada  por una serie de avatares, entre estos su destrucción por el tirano Aguirre en octubre de 1561.

Ciudad nómada

Devastación del terremoto de 1812

Se trata de una ciudad nómada e inestable obligada por las circunstancias, entre otras la violencia. Ello dado que sucesivamente se mudará a otros cinco asientos hasta el actual luego del terremoto del mes de marzo de 1812

Entonces se refunda en la esquina de la carrera 18 con calle 20, sector de la iglesia Altagracia, cuya parte este hacia la avenida Vargas  es el barrio de los negros al que denominan Paya. 

El carácter racista y clasista de aquella sociedad es lo que explica que, posteriormente, existieran tres tipos de templos para blancos, negros e indígenas y pardos. Los blancos enquistados en el poder por su lado y las otras razas por el suyo sumidos en la desigualdad social.  Es un signo sociocultural de la conquista y colonia.

En consecuencia, estos hechos  la hacen culturalmente móvil en cuanto a la forma de ser y vivir de sus habitantes en reiterados saltos espirituales y materiales en la búsqueda de un complejo cultural estable.

La palabra indígena

El origen del vocablo Barquisimeto tiene su historia  y está vinculado a la cultura indígena. Específicamente se trata de una planta  de uso medicinal y cosmético. Dicha planta es el barquis cuyas hojas  eran usadas para las afecciones estomacales y adornar el cuerpo con su colorante rojo.

 La expresión deriva a bariqui en referencia al río que genera el nombre de Bariquicimeto. Es el fenómeno cultural y humano del lenguaje en permanente evolución y vida.

Es la palabra la que ofrece un aporte cultural lingüístico. La denominación de ese río es lo que origina la denominación de lo que hoy es esta ciudad que  se estableció en una meseta bordeada por el río que circula de oeste a este. 

Ocurre que no se impuso el lenguaje del español sino el del indígena, principalmente los ajaguas en competencia con los caquetíos. Por lo que el término Barquisimeto tiene raíces indígenas que nos identifican actualmente. 

Barquisimeto ha estado en constante evolución sociocultural desde los tiempos prehispánico antes de su fundación en 1552.  Primero son los rasgos indígenas rurales, luego lo tradicional para incorporarnos a lo moderno y ahora lo cosmopolita. Pero siempre con las formas de ser y vivir de sus habitantes, creadores de bienes y valores culturales diversos

De un mundo mágico religioso pasamos a la cultura del oro impuesta por el conquistador europeo, la mundialización traída por el Ferrocarril Bolívar en 1891 que aporta nuevos patrones culturales a la urbe y la actual era digital con su globalización.

Esta dinámica cultural se gesta apegada a la naturaleza y realidad. Así el tono o espíritu de cada época cultural ha estado condicionado por el pensamiento metafísico, idealista, positivista y liberal.Se mantiene la vocación comercial y agrícola de la entidad con el impulso al sector industrial y financiero y una visión cosmopolita en lo cultural. Con todo, persiste el apego a la tradición musical del  golpe y el tamunangue.

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