El talentoso y recordado escritor Luis Beltrán Guerrero, en memorable discurso pronunciado en Barquisimeto, definió a esta ciudad como la de las cinco vocales y destacó sus cualidades de ser clara, abierta, hospitalaria y sonora sin ser ruidosa.
Al expresar su opinión a El Impulso, el ingeniero Atilano Linares, del comando de campaña de César Pérez Vivas, lamenta que hoy la capital larense se encuentra en condiciones deplorables a consecuencia de un gobierno indolente, incompetente e inepto.
Al recordar un nuevo aniversario del reparto de encomiendas el 14 de septiembre de 1552 tenemos que ver cómo aquella Barquisimeto, fundada por Juan de Villegas, llegó en el siglo 20 a ser una atractiva ciudad, que sobresalía en Venezuela: pero, en casi un cuarto de siglo, ha perdido cualidades, y va en retroceso.
Explica que cuando dice que ha perdido la voz es porque en la celebración de la feria de Barquisimeto, que llegó a tener característica de internacional, se realizaba el Festival de la Voz de Oro, evento en el cual se disputaban, ante un rígido jurado, la máxima calificación como cantantes los más importantes exponentes del canto, tales como Alfredo Sadel, Héctor Murga, Mirla Castellanos, Mayra Marti, Mirta Pérez y otras célebres figuras. Era un espectáculo impresionante, que desbordaba talento, alegría y pasión. Desapareció.
Barquisimeto creció aceleradamente porque, como dijo Luis Beltrán Guerrero en el año 1970, era una ciudad atractiva por las cualidades que él destacó y, además, por la eficiencia de sus servicios.
Hoy, añade el ingeniero Linares, como lo podemos comprobar a diario, Barquisimeto ha dejado de ser una ciudad atractiva y a los ejemplos me remito:
El agua no faltaba en ningún instante, pero hoy día, la situación es diferente, porque sus habitantes abren el grifo y nada sale. El suministro es deficiente. Casi todos sus barrios sufren de sed porque no les llega por las tuberías y así pasan días, e incluso semanas. Tienen, entonces, que adquirir a precios dolarizados los pipotes del vital líquido.
Deficiente también es el servicio eléctrico, ya que los apagones se producen a diario y hasta por cuatro horas, según el promedio que se tiene por parte de quienes se han dado a la tarea de determinar las frecuencias de las interrupciones. No existe una programación para que la gente tome las previsiones y evite que se le dañen los equipos y electrodomésticos, daños que nunca son resarcidos por la empresa que debiera responder por sus fallas.
Las fallas de esos dos servicios impiden que las empresas funcionen cabalmente y por eso se han venido a menos las zonas industriales, las cuales ya parecen zonas muertas, abandonadas totalmente y con sus vías enmontadas y destrozadas.
Deficientemente también es la salud pública, ya que el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda no sólo carece de insumos y se han desmejorado sus servicios por falta de mantenimiento de equipos y reducción de personal, sino que el descuido de la red asistencial ha hecho colapsar al principal instituto de atención de la región.
Abandonada está la vialidad urbana y si las calzadas están dañadas, las aceras están totalmente deterioradas. Incluso, la propia avenida 20 es peligrosa para los peatones porque los sitios dejados para los árboles están abiertos como deterioradas están las alcantarillas.
Una de las zonas más descuidadas es El Manteco y no podemos olvidar que el gobierno nacional, atendiendo la solicitud de la municipalidad, ayudó a la construcción de la zona industrial número 3, a fin de que a este lugar fueran a parar talleres y otros servicios que se encontraban en ese sitio tradicionalmente comercial. Fue saneado por completamente y se construyó el Mercado Mayorista, el más grande del país, para adecentar El Manteco; pero, hoy este sector es peor que el existente en el pasado, porque ahora están en condiciones deplorables sus calles, anegadas por las aguas negras y malolientes, y por todos lados reina el desorden, las cargas y descargas se hacen a todas horas, hay un caos vehicular y los ruidos son ensordecedores.
Aunque se mantiene el servicio de transporte público con unidades de particulares, ya no trabajan como antes cuando, generalmente, las rutas cubrían todos los sectores y, prácticamente, hasta la medianoche. Ha disminuido el número de taxis y se han modificado las rutas.
Barquisimeto contó con una planificación tan buena y eficiente, que permitió urbanizar la ciudad, eliminarle los barrios de ranchos y evitar que éstos proliferaran. Fue así como se construyeron las urbanizaciones populares con los servicios indispensables, como El Obelisco, Bararida, Patarata. Ruezga Norte y Ruezga Sur, Cleofe Andrade (La Carucieña), Los Cerrajones, Sucre, La Estación, Eligio Macías Mujica, Terepaima y muchas más.
Barquisimeto llamó la atención porque aquí funcionarios organismos públicos de gran utilidad como la Fundación para el Desarrollo de la Región Centroccidental, la Corporación para el Desarrollo Centroccidental y asociaciones privadas que se preocuparon por el desarrollo económico de la ciudad y la región.
A pesar de todas estas dificultades, Barquisimeto tiene un extraordinario recurso humano que, una vez que se logre el retorno de la democracia al país como es la esperanza de todos los demócratas, se hagan los mayores esfuerzos para que la ciudad de las cinco vocales sea la voz cantante en proyectos y obras para el país, concluyó sus declaraciones el ingeniero Linares.