El terremoto que sacudió Marruecos el pasado viernes, donde murieron cerca de 3 mil personas, ha dejado historias de algunos que lograron sobrevivir al desastre, tal como es el caso de Tayeb ait Ighenbaz, un pastor de cabras de una pequeña comunidad en las montañas del Atlas, quien se vio obligado a elegir entre salvar a su hijo de 11 años o a sus padres cuando estos quedaron atrapados bajo los escombros.
El hombre de 50 años estaba con su familia en su casa cuando el sismo de magnitud 7,6 sacudió el país. Tayeb, su esposa, sus dos hijos y sus padres fueron alcanzados por los escombros cuando la casa se derrumbó.
En su relato Tayeb comenta que logró salvar a su hijo Adam, pero sus padres murieron bajo los escombros. El hombre está atormentado por la decisión que tuvo que tomar.
“Tuve que escoger entre mis padres y mi hijo”, dice con lágrimas en los ojos. “No pude ayudar a mis padres porque una pared cayó sobre sus cuerpos. Es muy triste. Vi cómo morían”, comentó a la BBC.
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Ahora viven en carpas improvisadas cerca de su antigua casa. El hombre ha perdido todo, incluida su casa, sus cabras y su ropa, donde señala que “es como haber nacido otra vez en una nueva vida. Sin padres, sin casa, sin comida, sin ropa. Tengo 50 años y tengo que empezar de nuevo”.
Es importante mencionar que el Ministerio del Interior marroquí anunció que para este martes el número de muertos por el terremoto ascendió a 2.862. Mientras tanto, el número de heridos se elevó a 2.562. Las provincias más afectadas son Al-Haouz, con 1.604 muertos, y Taroudant, con 976 fallecidos.