Árboles caídos, postes derribados, estructuras de semáforos arrancadas de sus bases y voladuras de techos dejaron los fuertes vientos con lluvia y granizo en Carora la tarde de este domingo.
Las calles también quedaron inundadas por las corrientes de agua que no encontraron drenajes para escurrirse.
La población caroreña vivió momentos de pánico ante los vientos arremolinados que llegaron acompañados de lo que se supone fue un coletazo del huracán Lee que avanza por el Caribe.